¿Cómo se encuentra?

Nervioso. Nunca me gustó centrar la atención. Asumo mi responsabilidad. Se habla mucho del presidente, pero él no puede marcar goles. El área deportiva fue dirigida por mí y si los resultados no son los que queremos, qué tiene que ver el presidente con esto.

¿Qué valoración hace a las últimas cinco temporadas?

Trabajamos mucho con el corazón y con honestidad. La gente que he conocido aquí nunca la podré olvidar. Quiero agradecer los momentos vividos, no sólo los éxitos, sino todos. Estoy muy tranquilo en todos los sentidos. Siempre he querido lo mejor para el club, el equipo, los jugadores, y los socios, pero siempre hay gente que quiere opinar. Hay que ganar juntos y sufrir juntos. Para vencer necesitas coraje, carácter y ganas. No tengo derecho a hablar sobre el futuro, porque los que van a trabajar en el Barça, merecen todos mis respetos.

Pero hay quien le critica.

Cada uno tiene su opinión. Todos tienen derecho a pensar y dar su idea de cómo he trabajado, pero yo me quedo con lo que he dicho: cuando hablo de amistad, hablo de los jugadores que han pasado.

Se está planeando un homenaje cuando acabe el partido.

Si uno quiere aplaudir tiene que hacerlo al club y al conjunto de jugadores. Ahora es complicado, no hemos cumplido con lo queríamos y si hay pitos, que sean también para mí, porque yo soy parte del grupo. Todos estamos en el mismo barco y no quiero ser una excepción en esto.

El jueves por la tarde, el presidente Joan Laporta comunicó que Josep Guardiola será su sucesor en el banquillo. ¿Qué le parece esta decisión?

Lo respeto mucho. Puede hacer un gran trabajo, es un hombre de la casa, que sabe muchas de las cosas que pasan en los pasillos de la entidad. Es una gran persona. Ahora mismo no puedo decir nada más.

¿Qué pedirá hoy a sus jugadores?

Me gustaría verles hacer todo por los colores del club, por el escudo y el orgullo. Será un día especial.