El 12 de noviembre de 2006, el Madrid de Capello tocó el cielo en el Reyno de Navarra gracias a una actuación bestial de Van Nistelrooy. El Madrid venció 1-4... ¡con cuatro goles del holandés! Ruud parecía tocado esa tarde por una varita mágica, dado que remató cinco veces sobre la portería de Ricardo e hizo diana en cuatro de ellas. El 0-1 llegó al aparecer en el segundo palo tras un rechace, el 0-2 con un remate cruzado, el 0-3 con un espléndido zurdazo por el primer palo y el 1-4 con una rosca genial con su bota derecha desde el borde del área. Era la décima jornada del campeonato y suponía el primer gran puñetazo de Ruud en la mesa para dejar claro que es toro y no novillo...