El Bernabéu está listo para cantar el alirón 31º

Primera | Real Madrid - Athletic

El Bernabéu está listo para cantar el alirón 31º

El Bernabéu está listo para cantar el alirón 31º

juan flor

El Athletic quiere Europa y prestigio. Llorente es la estrella

El encuentro es primaveral en el más amplio sentido de la expresión. Trinan los pájaros, calienta el sol y para los contendientes no existen amenazas ni razones para mirar atrás. Se trata, sobre el papel, de un partido optimista, apto para disfrutar, con olor a panceta y música de charanga. Todo lo que se ofrece es bueno y festivo. Mientras el Madrid tiene su 31ª Liga sólo pendiente de confirmación matemática (necesita ganar y que no lo haga el Villarreal), el Athletic aspira a un puesto en Europa, lo que resulta un objetivo formidable para un equipo que hasta hace poco tiempo aún tenía pesadillas con el descenso.

Y eso, por no hablar de la solera, del prestigio, de los colores, de una competencia que nació otro mes de abril, pero de 1903, cuando Madrid y Athletic se enfrentaron en el hipódromo de la capital en la primera final de la Copa de España. Aquella tarde de hace 105 años vencieron los bilbaínos (2-3) y comenzaron las cuentas pendientes.

Un siglo después los adversarios centenarios acuden flamantes a la cita. El Madrid, que viene de ganar en El Sardinero (0-2), ha enlazado cuatro partidos sin perder (tres victorias y un empate) y tiene el título a tiro. El Athletic, que se presenta después de golear al Valencia (5-1), sólo ha entregado un encuentro (3-0, en Riazor) de los últimos ocho que ha jugado (cinco triunfos y dos empates).

Sin otra ausencia obligada que la de Cannavaro por sanción, parecía que Schuster contaría esta noche con su equipo estelar para los partidos del Bernabéu. Es decir, Marcelo en el lateral izquierdo (avenida Roberto Carlos) y en el centro de la defensa Heinze, que no se pondrá nervioso porque él es hincha de Newell's (leer Ñuls). Pero habrá más: todo indica que Schuster nos sorprenderá con la alineación de Saviola por Robben, en lo que puede entenderse como un homenaje póstumo en vísperas de la reaparición de Van Nistelrooy. El argentino no ha tenido ni aciertos ni minutos, sin que sea fácil decir qué ocurrió antes.

Por otro lado, Guti regresa después de cumplir castigo y se espera que Robinho mantenga su puesto en el once, porque, pese a su mal momento, los partidos primaverales le resultan muy apropiados.

Caparrós, por su parte, volverá a cambiar el equipo y lo ha hecho 33 veces en otros tantos partidos de Liga. En esta ocasión, la presencia de Gurpegi es el hecho más reseñable, pues regresa tras cumplir dos años de sanción por dopaje. El jugador navarro suplirá la ausencia de Ustaritz Aldekoaotalora, que es baja por lesión. También se pierde el partido ese duplicado genético de Guti que se llama Fran Yeste. A cambio, Tiko ha vuelto a la lista siete meses después.

Aunque al Athletic no le faltan jugadores interesantes (Susaeta, Gabilondo, Javi Martínez...) conviene destacar el momento de Fernando Llorente. Suma ocho goles, tiene 23 años y posee una extraña habilidad para su estatura (1,93) que recuerda, tímidamente aún, al sueco Ibrahimovic.

Tanto Llorente como el resto de sus compañeros se juegan hoy algo más que los puntos, porque en el Bernabéu también se reparte, y lo apunto ayer Caparrós, "prestigio y credibilidad". Tal vez eso sea lo único que necesita el Athletic para dejar de tener pesadillas.

Euforia. A pesar de la inminencia del título, el Madrid huye de la euforia, o la disimula. No obstante, debe ser inevitable no pensar en las celebraciones que esperan, en los bailes (chiki-chiki, mucho me temo) y en las dedicatorias a los que siempre apoyaron y a los que nunca lo hicieron. Y eso es peligroso, física y espiritualmente. Para quienes creen en los gafes, que el Madrid tenga preparado el festejo no es un buen presagio. Los adoradores de la diosa fortuna tienen pruebas de que la suerte reacciona cruelmente contra las previsiones de los humanos.

Sin miedo a las supersticiones, el Bernabéu estará lleno, con ambiente de verbena. En los dos últimos años la afición se ha acostumbrado a las noticias felices. Hoy es un día tan bueno como cualquier otro para ganar el título, o incluso mejor: hoy es Nuestra Señora de Montserrat, la Moreneta.