Javi Martínez sueña con repetir la joya del Calderón

Javi Martínez es el pulmón del Athletic. A sus 19 años, soporta un peso extraordinario en el centro del campo. Los seis millones pagados por Fernando Lamikiz a Osasuna cuando apenas había jugado en Segunda B son hoy una ganga. La Premier le sigue en San Mamés con regularidad. ¿Por qué? Porque posee unas condiciones físicas fuera de lo normal, zancada de velocista gracias a sus interminables piernas y una capacidad de recuperación brutal. Acumula 67 partidos oficiales como león en año y medio, más un buen número de apariciones en las inferiores de la Selección. Y el navarro ahí sigue, pasando por encima de sus rivales. Pregunten a Baraja, Marchena y Maduro, que aún están alucinados.

Evolución. La Catedral se pone de pie un día sí y otro también con sus recuperaciones de balón. Y en ataque, cada día se desenvuelve mejor. Le falta serenarse en el pase, hay ocasiones en que corre más que la pelota. No dosifica. Hace dos meses, se sacó de la manga en el Calderón uno de los jugadones del campeonato, que sueña con repetir mañana en la capital de España. Su carrera de 60 metros en el Manzanares, eliminando rivales como si fuesen muñecos, terminó en gol de Susaeta. Ahí se levantó el Athletic en la Liga. Y más de uno empezó a tomarse en serio los piropos con los que llegó al Athletic de parte de Ziganda, su gran valedor. No en vano, ya había hecho una jugada de ese estilo un año antes en Riazor, culminada con gol tras una carrera desigual con Manuel Pablo desde su propio campo.

Espina clavada. El navarro tiene motivos de sobra para hacer un sobreesfuerzo en Chamartín. Ha perdido los tres encuentros que ha disputado contra el Madrid. Para colmo, deberá auxiliar a Gurpegi en su reaparición. "Su llegada va a ser un refuerzo muy útil, es uno de los capitanes del equipo, nos va a dar fuerza, voluntad, raza y calidad. No se va a notar que lleva dos años sin jugar", valoró ayer en Lezama.

"Está claro que el partido contra el Madrid es uno de los que miras en el calendario, aunque lo afronto como todos, porque soy de los que piensan que los 38 partidos de Liga son finales", argumentó. Entiende que el equipo de Schuster "no tiene fisuras", pero no descarta "hacerle daño". Su pelea contra Gago y Guti será interesante.

Que está dulce lo demuestra que hace siete días marcó su primer tanto de la temporada, el que abrió la puerta de salida a Koeman. Albiol desvió a la red un derechazo que se marchaba a la valla. Dice que guarda otro para lo que queda de Liga. Y sólo restan cinco jornadas.