En el Córdoba ya no se mira a lo particular sino a lo general, al bien común, que no es otro que el de salvar la categoría. O dicho de otro modo, esquivar como sea el pozo de la Segunda División B, una vieja conocida de la que no se guardan buenos recuerdos. Para eso ha llegado Jose González, un entrenador fiable para abordar este tipo de situaciones, según acredita su palmarés.

Hasta el momento, el entrenador gaditano se ha encontrado con la cara amarga del Córdoba, que acumula seis semanas sin ganar. Sin embargo, el ambiente que respira en el vestuario blanquiverde, donde suele sonar la música fuerte, le invita al optimismo: "Cuando se habla bien o se dice que el grupo de jugadores es un piña, es cuando llegan los buenos resultados. Sin embargo, los resultados ahora no nos acompañan y, no obstante, puedo decir que eso sí se ve en este grupo".

También es significativo el mensaje de la plantilla, que no duda en alegar que "en estos momentos, tenemos que estar unidos". Esta frase, muy similar a la acuñada por el Real Madrid en su milagroso 'Juntos podemos' del curso pasado, la dijo Javi Moreno, quien sigue esperando la ocasión para volver a ser titular. En parte, el hecho de que el grueso de la plantilla es el mismo que el año pasado lograra el ascenso, hace que para el delantero cordobesista sea "algo positivo. Nos hemos llevado unos palos muy importantes y hemos salido de los golpes. La gente está convencida de que nos vamos a salvar y jugaremos otra vez en Segunda el año que viene". Jose González añade: "Me encontré a un vestuario golpeado, pero no triste. Ellos están tomándole el pulso a lo que yo quiero que se haga, y creo que pronto se va a ver en el terreno de juego".

El técnico se muestra prudente: "No podemos pensar más allá del encuentro contra el Poli. Habrá tiempo de pensar en lo que viene". En esta línea se muestra también el presidente, Rafael Campanero: "En los dos partidos, contra el Alavés y el Éibar, se nos ha ido mucho, pero también en ese plazo se puede recuperar".