Empate final en el Coliséum con dos lecturas distintas: el puntito le vale al Getafe para mantener su colchón de seguridad, aunque no tengo claro que para el Zaragoza lo de ayer sea un punto de sutura en la hemorragia que sigue teniendo abierta con el abismo de Segunda a sus pies. Manejó el equipo de Laudrup con profesionalidad (y también con ese punto de necesidad de seguir lo más lejos posible de la zona de riesgo) un partido molesto entre su hazaña incompleta ante el Bayern y la gloria que buscará el miércoles en la final de Copa, peleó el Zaragoza por conquistar algo más que la igualada pero es evidente que a este equipo le falta chispa, una quinta marcha y desde luego muchas más sesiones de diván con Cantarero (el psicólogo). Diego Milito tuvo su ocasión más clara en un remate al poste de Ustari, pero el Geta sumó algunas más, clamorosa la que falló De la Red en una semana negra tras su roja el jueves, y otra de Albín, las dos sin portero. Los últimos veinte minutos los jugó el Zaragoza con uno menos por injusta expulsión de Matuzalem en la segunda amarilla), aunque antes González Vázquez sí le había perdonado la segunda a Sergio al filo del descanso... Sí, sí, González Vázquez, el mismo que no vio la mano de Henry y sí el no penalti de Juanfran aquella noche negra de la Romareda contra el Barça, nada nuevo.
Decidió Laudrup que descansara el Pato tras su histórico error para darle titularidad a Ustari, su cuarto partido en Liga. Esto de las rotaciones de los cancerberos argentinos se había convertido en una pesadilla general hasta ayer: por vez primera Laudrup anunció con tiempo que la final la jugará el chaval y por eso le dio minutos; en fin, que Dios ilumine al danés y a Osky. Sí reservó a Belenguer, Licht, Celestini, Casquero y Manu, pero puso en liza un equipo competitivo, con los dos madridistas y el regreso del inmenso Cata, gran noticia. Sufrió el Geta la lesión nuestra de cada día (Gavilán a los cinco minutos), pero salió Cotelo y el ilustre veterano lo bordó, como el propio equipo en algunos pasajes de buen fútbol que echaron al limbo De la Red, Albín y César, éste con un paradón a Sousa.
Lo peor que puede decirse del Zaragoza es que apenas puso a prueba a Ustari, salvo en el poste de Milito, aunque tras quedarse con diez se agarró al bote salvavidas. Pero la marea del descenso le azota. La otra, la marea azul, ya va a por la Copa.
