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Primera | Mallorca - Real Madrid

El líder defiende la Liga en el fortín del Mallorca

La conexión entre Ibagaza, Arango y Güiza amenaza al Madrid

Actualizado a
<b>RUMBO A PALMA. </b>Diarra se dispone a subir a La Saeta, seguido de Kay, periodista de la versión inglesa de Realmadrid TV, y Cannavaro.
jesús rubio

El partido merece un análisis integral. Así que empezaremos por el principio, año 123 antes de Cristo. Quinto Cecilio Metelo (luego apodado Balearicus para su desgracia histórica) conquista Mallorca no sin antes sufrir en carne propia la extraordinaria habilidad de los lugareños con las hondas. Eso explica que el vocablo "balear" signifique "maestro de lanzamiento". Piratas, árabes, alemanas y siglos después habrá quien piense que nada queda de aquello y el error es grave porque queda todo. La influencia del suelo sobre los habitantes tiene nombre: telurismo. Di Stéfano diría que un cuarto de esta palabra vale mucho.

La primera conclusión es que Mallorca abraza a los visitantes y aprieta a los conquistadores. Si aceptamos que el Madrid es el Imperio Romano del fútbol se comprenderán mejor algunos de sus últimos naufragios e incluso la dimisión de un césar (Florentinicus), sucedida tras una derrota en Palma (2006 de nuestra era).

La eliminación del Madrid en octavos de la Copa, sellada con dos derrotas (2-1 y 0-1), es la mejor prueba del peligro mallorquinista. Y la historia reciente no se alimenta sólo de resultados: con victoria o sin ella, el Mallorca siempre ha ofrecido batalla con hondas.

Al margen de los antecedentes, para el Madrid el partido es un atajo hacia el título. Mallorca es la primera de cuatro visitas que luego llevarán al equipo a Santander, Pamplona y Zaragoza. El propio Schuster reconoció ayer la necesidad de ganar fuera y hacerlo hoy sería un golpe matemático y moral para sus perseguidores.

Con ese objetivo, el entrenador alemán apostará por el mismo equipo que venció al Sevilla (3-1), porque la intención es repetirlo todo para que no cambie nada. Hasta Pepe, recuperado de sus molestias en la tibia derecha, aguardará turno en el banquillo. También volverán a ser suplentes Robinho y Diarra, a los que Schuster quiso dedicar unas palabras de ánimo, casi unas disculpas. "Robi es un chico al que le afectan estas cosas (...), pero ante el Sevilla era importante el trabajo de Robben... Pasa igual con Gago y Diarra, tenemos dos opciones y eso deja mucha tranquilidad".

Si el Madrid todavía viaja en la segunda vuelta con siete puntos menos de los que logró a estas alturas en la primera, el Mallorca se presenta con una racha que indica más su solidez que su exuberancia: sólo una derrota en los últimos doce partidos (cuatro victorias y siete empates).

No obstante, lo mejor del Mallorca parece cuajarse en los últimos encuentros. La sociedad que forman Ibagaza, Arango y Güiza se está destapando como una conexión letal que concentra fútbol y goles (33). En el fondo y en la forma, ese triángulo recuerda mucho al que une a Guti, Higuaín y Raúl (23), donde uno pone los pases, otro la sorpresa y el último los goles.

Gran duelo. Dentro del combate general se librará una pelea magnífica. Güiza, mejor goleador nacional (17 dianas) y delantero de la Selección, se enfrenta a Raúl (16), que no distingue entre récords oficiales, títulos honoríficos o reivindicaciones individuales. No hay pique entre ellos, pero esta noche se estorban.

Al partido no le falta nada, ni siquiera árbitro. Pita Daudén Ibáñez, el más tarjetero de la historia de la Liga: 1.316 amarillas y 121 rojas en 234 encuentros. Es decir, cinco amarillas y media roja por noche.

No hay respiro. El Mallorca está a cinco puntos de la UEFA y a siete del descenso. El Madrid tiene a tiro su título 31º. Hace dos mil años este horizonte lo llenarían decenas de barcos rumbo a la bahía de Palma y cientos de lugareños calentando las hondas. La historia se repite incansable.