Rafael Salom, vicepresidente del Valencia, viajará hoy a Madrid junto a María José Claramunt, para reunirse por la tarde con representantes de la Federación y del Getafe, para organizar la final copera que se disputará el próximo día 16 de abril. Ayer mismo, en Elche, Rafael Salom ya puso en marcha su plan para lograr arrancar más entradas de las 20.000 que, inicialmente, le van a ser concedidas al Valencia: 30.000 es el objetivo. El dirigente ché pidió a miembros de la Federación más entradas y les expresó que considera injusto que una afición como la valencianista tenga que verse obligada al díficil trance de tener que elegir uno de cada cuatro interesados en ir a la final. Otra idea del Valencia es que el precio de las localidades no sea excesivo, ya que a su coste, los valencianistas van a tener que sumar un desplazamiento masivo, cuestión que el seguidor del Getafe no tiene que contemplar.
Otro de los que ayer hizo su trabajo en el Martínez Valero fue Jaume Part. El presidente de la Agrupación de Peñas mantuvo conversaciones con los federativos Jorge Pérez y Jorge Carretero. Tras ellas, se mostró optimista: "No nos aseguran nada, como es lógico, pero creemos que podremos conseguir poco a poco más entradas de las que nos concedan de salida. La Federación nos ha dicho que comprende nuestra postura y que hará todo lo posible por que pocos valencianistas que deseen ir se queden fuera del Calderón ese día".
La final de Milán, como buen modelo
Después de la reunión de mañana, el Consejo tiene previsto el viernes publicar y oficializar la forma en la que se sortearán las entradas. Aunque no han trascendido oficialmente los criterios, se seguirán algunas pautas marcadas en los dos anteriores desplazamientos masivos, Milán y Goteborg. En ambas finales europeas no hubo colas y se sortearon con antelacfión y con tiempo todos los agraciados pudieron retirar su localidad. Un criterio que se va a tener en cuenta es la fidelidad en la Copa. Así, un máximo de siete mil aseguidores -hubo esa entrada ante el Real Unión- cumplirán el requisito de haber acudido a los cuatro choques coperos en Mestalla. Los reubicados de la Champions son otro sector de aficionados que puede tener prebenda, al sufrir en la máxima competición europea la privación de las butacas que pagan anualmente.
