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Primera | Barcelona 4 - Valladolid 1

¡Qué bueno es Bojan!

Marcó dos goles y dio los otros dos. El Barça fue recibido con tímidos silbidos. Sesma anotó el del honor, de un penalti inexistente. Etoo ya tiene 'pleno'

Fabián Ortiz
Actualizado a
<b>EL PRIMER GOL. </b>Tras un precioso centro de Bojan desde la izquierda, Samuel Etoo tocó suavemente con la derecha para batir a Sergio Asenjo junto a su poste derecho.
EL PRIMER GOL. Tras un precioso centro de Bojan desde la izquierda, Samuel Etoo tocó suavemente con la derecha para batir a Sergio Asenjo junto a su poste derecho.

La edad tiene una importancia relativa, aunque la tiene. Por ejemplo: Lilian Thuram no es hoy, a sus 36 eneros, el mismo jugador que se paseaba con Francia cuando tenía 26. Otro: Ronaldinho, presente en su ausencia recurrente, dista mucho de celebrar sus 28 años como brindara por sus 25. Fuera del fútbol, el paso del tiempo es una losa insoportable para quien padece alopecia, pero un factor favorable para aquel que decide abundar en sus conocimientos, profundizar en su arte, hacerse más hábil en algún oficio. Y para poner definitivamente en conserva el peso del calendario, ahí están los 17 años y pico de Bojan Krkic. Este catalán cuyo apellido se empeña en desmentir su origen hizo ayer -mientras los paisanos de su edad debían andar jugando con la videoconsola, persiguiendo chicas o, simplemente, adocenándose en el sofá- el mejor partido desde que se asomó al primer equipo del Barcelona, el pasado verano. Dos goles y dos asistencias dejó el Noi de Linyola, además de un amplio repertorio de otras artes, del que sobresale su disciplina táctica. Bojan se fue ovacionado del Camp Nou, después de rescatar del tedio a un equipo que goleó al Valladolid con aparente facilidad. Pero las apariencias engañan.

Porque, más allá de lo abultado del marcador, el Barça fue un equipo lento, gris, previsible, desordenado, frágil y hasta irritante. El público, escaso y variopinto por culpa un poco de las vacaciones, un mucho por lo aburrido que resulta últimamente el espectáculo, recibió a Frank Rijkaard y sus hombres con tímidos silbidos; otra habría sido la historia si las gradas hubieran estado pobladas por los habituales del estadio, que ayer dieron paso a un amplio muestrario de turistas (españoles y extranjeros), familias plagadas de niños y, en suma, gente que acudía a divertirse sin pensar en que el Barça venía de descolgarse de la Copa en Valencia o en que Ronaldinho se borró por tercer partido consecutivo.

Cada vez que el Valladolid pasó de mediocampo con más de tres jugadores puso en apuros a la defensa culé, que sin Márquez comenzó a flaquear y ayer, ausente el mexicano y suspendido Milito, demostró que cualquier rival que le ataque con decisión puede convertir una piedra en pepita de oro. El problema fue que, contra lo que había anunciado José Luis Mendilibar, el equipo pucelano no fue al ataque, sino a verlas venir. Y desde muy atrás. Aparte de Llorente, un Robinson Crusoe en terreno blaugrana, costaba ver una camiseta blanquivioleta en los alrededores de Valdés. Cuando Joseba recibió el tímido apoyo de Kome o se alió con la exquisita zurda de Sesma, tanto Puyol como Thuram sintieron el temblor de la frágil estantería que, una semana tras otra, Frank Rijkaard se empeña en barnizar, cuando lo que toca desde hace tiempo es apuntalarla con automatismos que sólo llegan a través de un buen entrenamiento.

A merced. A un arranque decidido, con dos disparos de Bojan en tres minutos, una llegada de Iniesta y un remate de Touré, siguió el gol de Etoo (que ya les ha marcado a todos los equipos de Primera) y la desaparición del Barça. A partir de la media hora, cuando el árbitro pitó un penalti inexistente que Sesma transformó en el 1-1, los blaugrana estuvieron a merced. Y fue porque, por fin, el Valladolid se decidió a habitar masivamente el terreno culé.

El equipo de Rijkaard ganó el vestuario entre silbidos, pero volvió con la suerte de cara: tras un error de Touré que casi dio el 1-2 a Sesma, Iniesta marcó el 2-1. Luego Puyol lesionó a Llorente, entró Manchev y enseguida Bojan hizo el tercero del Barça. Siguió aburriendo el aspirante al título, que comenzó a sufrir cuando Mendilibar sumó a Sisi y a Víctor para ayudar arriba. Un tiro de Sesma al poste y otro de Manchev al travesaño pudieron cambiar el signo del encuentro, pero para entonces Etoo disponía de más espacio arriba. Así llegó el cuarto del Barça: Xavi, impecable en su labor de corte y confección, habilitó al africano y éste centró para que Bojan firmara su séptimo gol en esta Liga. El público se fue pensando en lo poco que juega el Barça y en lo bueno que es este Bojan Krkic.

El detalle: el Barça invita a un monje

Thubten Wangchen, director de la Casa del Tíbet en Barcelona, fue invitado por la directiva del Barça a presenciar el partido ante el Valladolid desde el palco de autoridades. Una pancarta en la segunda gradería del Gol Sur pedía la libertad para el país asiático, cuando arrecian en todo el mundo las críticas contra el gobierno chino.