El Valladolid no sabe ganar y se mete en un lío

Primera | Valladolid 0 - Osasuna 0

El Valladolid no sabe ganar y se mete en un lío

El Valladolid no sabe ganar y se mete en un lío

Felipe Fernández

Los dos equipos, negados ante la portería.

El Real Valladolid, que lleva dos meses sin ganar en Zorrilla, se ha acercado al precipicio del descenso y se ha metido en un lío tras ser incapaz de doblegar hoy a Osasuna (0-0) en un partido de dominio local, pero en el que los vallisoletanos dejaron bien patente su falta de ideas y de recursos en ataque.

El equipo de Mendilibar estrenaba defensa, ya que los laterales Pedro López y Alberto Marcos cumplían un encuentro de sanción, así que Daniel Cifuentes y Óscar Sánchez tomaron su relevo. Los locales necesitaban al menos puntuar, ya que una derrota suponía caer a puestos de descenso a segunda división y eso supone una presión añadida para equipos que tienen "lo justo".

Con el mexicano Carlos Vela en la banda izquierda y Kike Sola como referencia, los navarros salieron hoy más cautelosos que audaces, aunque un remate al larguero de César Cruchaga (min. 3) pudo golpear en frío al Real Valladolid.

Llorente (min. 6) y Vivar (min. 17) respondieron por parte del equipo local. Precisamente estos dos futbolistas han sido los últimos goleadores del Valladolid en liga. Y es que, desde el 6 de enero, cuando goleó Vivar Dorado en Getafe, sólo Joseba Llorente marca en el equipo vallisoletano, lo cual es un dato elocuente sobre la falta de pegada de los castellanos.

El Valladolid aprieta pero no ahoga

El Osasuna, con su habitual 4-2-3-1, se dedicó a cerrar espacios y a vivir del balón parado. Mediado el primer tiempo, el Real Valladolid comenzó a coger velocidad, a jugar por las bandas y los navarros se vieron asediados, sin apenas opciones de mantener la posesión de balón.

Fue un cuarto de hora corajudo e incesante de un Valladolid acelerado y sin pausa. Era un equipo impaciente, que corría sólo hacia adelante, pero esta fase acabó sin goles y el partido volvió a pararse en seco, con dos equipos que daban una imagen esforzada, nada más.

La impericia de unos y otros ofreció un inicio de segundo tiempo pleno de imprecisiones. Ninguno tenía gol y ninguno hallaba solución a sus flaquezas, así que el partido naufragó hacia un "centrocampismo" insulso, sin ningún instinto creativo.

Partido sin emoción

Un remate de Kike Sola al larguero (min. 59) rescató del sopor a la grada de Zorrilla. Sin entereza ni aplomo, el Valladolid sufrió y apenas ofreció "chispazos" de peligro. De hecho, su dominio fue más aparente que real, con Joseba Llorente matándose a perseguir pelotazos y ningún compañero que diera un pase interior propicio para el gol.

No había agilidad mental para romper el tedio, ni siquiera ocasiones claras, que era la vitamina que necesitaba el partido, así que el fútbol permaneció "anestesiado", sin aventuras ofensivas, ni siquiera un plan o una declaración de intenciones por parte de los entrenadores. Tras los cambios, tampoco hubo imaginación por parte de los nuevos protagonistas, ni una sola gota de espectáculo. Y todo fue aburrimiento hasta el final.