El Kun reta a otro cacique

Primera | Zaragoza-Atlético de Madrid

El Kun reta a otro cacique

El Kun reta a otro cacique

JAVIER BELVER

El duelo Agüero-Ayala destaca en un día de urgencias

Manolo Villanova, el último valiente presentado en ofrenda por el Zaragoza a su banquillo carnívoro, debuta frente al Atlético del Kun. Pocas veces un genitivo tuvo tanto significado. Agüero se ha adueñado del Atlético y eso impide otra posibilidad menos favorable: que la realidad se adueñe del Atlético. El Kun contiene una negación de juicios y debates. Si el Kun reina, huyen las frustraciones y uno sólo puede decir: Agüero. Y está dicho todo.

Todo el mundo quiere un héroe a la mesa, pero el Atlético precisa esa incertidumbre emocional para vivir. El fatalismo supone una etiqueta bastante improductiva. La euforia da más de sí, pero Aguirre ha rebajado la que dejó la victoria sobre el Barça, como si quisiera subrayar que el 4-2 no fue ni verdad ni mentira. Para él, este partido lo define la necesidad de los rivales. Tanto que no alineará a Camacho, físicamente tierno, piensa Aguirre. Y en el Zaragoza habrá mucha gente en el medio y por detrás el patrullero Luccin, que se come la carne cruda si viene al caso.

Hace casi un año, el Zaragoza celebró el inicio de su 75º Aniversario con un emocionante triunfo contra el Atlético. Sin que hayan acabado los fastos, está metido en una crisis histórica: cuatro entrenadores en 51 días. Villanova va a apretar los terrenos intermedios y pondrá una defensa agresiva y anticipatoria, a la medida del Kun: Ayala-Paredes en medio. Agüero juega a ras de suelo y su centro de gravedad constituye un problema de física y cinética que Gabi Milito, por nombrar otro cacique, no pudo resolver. Villanova es un gourmet de los sentidos, pero no quiere que el Kun le prepare a sus defensas la receta de los futbolistas culebreros: riñones al jerez.

Villanova, dos décadas sin entrenar en Primera

Han tenido que pasar dos décadas para que Manolo Villanova se siente de nuevo en un banquillo de Primera, un hecho que sólo se ha repetido en una ocasión en España. Helenio Herrera también estuvo veinte años sin entrenar en la máxima categoría, y más concretamente al Barcelona, entre 1960 y 1980. Por su parte, el último partido de Villanova en Primera fue, precisamente como entrenador del Zaragoza, el 22 de mayo de 1988. Los aragoneses ganaron 2-1 al Murcia.