Un pinchazo alertó al cuerpo y disparó el corazón de Leo Messi. Se puso las manos en la cabeza, dio un par de pequeñas vueltas sobre un círculo, tiró la cintita que le sujetaba el pelo y se desplomó en el césped del Camp Nou. Su cuerpo, su musculatura le habían vuelto a traicionar. Leo Messi vive una pesadilla. Sus constantes lesiones musculares hacen que el buen color que había cogido el Barcelona se haya vuelto más oscuro, como si un artista barroco se hubiera puesto manos a la obra.
Las sensaciones que tuvo Messi no eran nuevas para él. Lamentablemente para su equipo y para el bien del espectáculo del fútbol, las dolencias se han repetido en cinco lesiones musculares muy similares en sólo tres años (en una hubo recaída y otras dos la lesión fue un esguince y una fractura). Desde el día que se enfundó la camiseta del Barcelona por primera vez (un amistoso en Oporto), al Pulga su fuerte, pero a la vez tierna musculatura, le ha dejado fuera de competición en 246 días. Fuentes cercanas al futbolista aseguraron a AS que el chico está "muy afectado" y tiene su teléfono móvil desconectado con el buzón de mensajes lleno. Lógico.
Las desgracias comenzaron el 5 de febrero de 2006. Fue el bíceps femoral de la pierna derecha el que le traicionó. Estuvo 18 días de baja. Cuando parecía que levantaba el vuelo, el 7 de marzo, la misma pierna y el mismo músculo se la volvieron a jugar por dos veces. Estuvo 79 días de baja, debido a una inoportuna recaída, que hizo que se perdiera el partido más importante de la historia reciente del Barcelona: la final de la Champions League disputada en París frente al Arsenal (2-1).
Lesión ósea.
La primera y única la padeció en noviembre de 2006, en un partido ante el Zaragoza en el Camp Nou (3-1). Pero esa no fue la primera del curso 2006-07: el futbolista tuvo que parar dos semanas, debido a un esguince en el ligamento lateral del tobillo.
Pero el drama llegó esta campaña. En medio año, Messi ha tenido que parar en tres ocasiones. La primera en septiembre, la segunda en diciembre, ante el Valencia, y la última, la del martes, ante el Celtic, en uno de los partidos más tristes para los asistentes al Camp Nou.
Sus lesiones
Temporada 2005-06
5 de febrero de 2006.
Elongación del bíceps femoral de la pierna derecha: 18 días de baja.
7 de marzo de 2006.
Rotura del bíceps femoral de la pierna derecha: 79 días sin jugar (hubo recaída). Se perdió la final de París.
Temporada 2006-07
5 de octubre 2006.
Esguince del ligamento lateral externo del tobillo derecho: dos semanas de baja.
12 noviembre 2006.
Fractura del quinto metatarsiano del pie izquierdo: tres meses.
Temporada 2007-08
11 de septiembre.
Contractura en los isquiotibiales: una semana.
15 diciembre 2007.
Rotura fibrilar del bíceps femoral de la pierna izquierda: 36 días sin jugar.
4 de marzo 2008.
Rotura fibrilar de bíceps femoral de la pierna izquierda: seis semanas de baja.
