Robinho, al rescate

Primera | Recreativo 2 - Real Madrid 3

Robinho, al rescate

Robinho, al rescate

REUTERS

La vuelta del brasileño resultó determinante para que el Real Madrid, que completó un partido discreto, se llevara la victoria ante un buen Recreativo y alejara de nuevo a cinco puntos al Barcelona en la clasificación. Iturralde desesperó a todos con sus decisiones. No vio fuera de juego en el gol de Raúl y expulsó a Beto, Quique Álvarez y Sergio Ramos. El día que su juego no le hizo acreedor de ella, el Madrid se reencontró con la victoria.

El Real Madrid fue a jugar a Huelva, pero su mejor resultado lo obtuvo donde no jugaba, en el Vicente Calderón, donde el Atlético se impuso al Barcelona, que se sitúa a cinco puntos del líder. Volvió a despistarse el Madrid a balón parado, marcó Raúl, no mejoró el juego del equipo que entrena Bernd Schuster y Casillas nos dejó un par de esas intervenciones que evitan derrotas. Lo de siempre en el Madrid, que fue tuteado por un buen Recreativo, que lo tuvo todo bajo control hasta que reapareció Robinho para marcar en el primer balón que tocó después de un sutil e inteligente pase de Gago. La sociedad se volvió a juntar en el último minuto, para que Robinho firmara una preciosa vaselina para sentenciar el choque.

El brasileño había sustituido al central Cannavaro, cuando el Recreativo estaba con nueve por expulsión de Beto y Quique Martín. Con ese cambio, Schuster demostró toda la ambición y audacia que le faltó a sus jugadores.

Fue un encuentro de poco fútbol y mucho lío, con el árbitro Iturralde González como protagonista destacado. Las palabras anonimato y discreción no figuran en el diccionario de Iturralde, que no vio fuera de juego en el gol de Raúl, se excedió quizá en la expulsión a Beto por dar un manotazo a Heinze y también mandó a los vestuarios antes de tiempo, esta vez, con razón, a Sergio Ramos, por doble amarilla, y a Quique Álvarez, por hacer una brutal entrada a Robben, que minutos después se retiró lesionado.

Las ausencias dibujaron un Madrid diferente, que se movió a cámara lenta, con una lentitud que desesperaba. Todo lo contrario que el Recreativo, bien dirigido por Martins y dominador del choque durante un buen tramo de la noche. No se arrugó por las expulsiones y con nueve futbolistas tuvo la personalidad suficiente para no traicionar su estilo y atacar con más decisión que el Madrid. Ni con el 1-3 se rindió y Martins cerró su gran actuación con el mejor tanto de la noche cuando el partido agonizaba.

Diarra apareció de nuevo como escudero de Gago y Robben y Drenthe ocuparon las bandas. El primero en la derecha y el segundo en la izquierda. Los dos terminaron sustituidos. Robben por lesión y Drenthe para recomponer la defensa tras la expulsión de Ramos. La entrada de Pepe provocó un movimiento de piezas que llevó a Torres desde el lateral izquierdo al derecho y a Heinze desde el centro a la banda izquierda.

Lo que no cambia, con independencia de quien figure en el once, es la fragilidad que demuestra el Madrid a balón parado. El Recreativo se aprovechó de ello y martirizó al líder de la Liga durante toda la noche. Necesitó poco más de un cuarto de hora para hacer público lo mal que defiende el Madrid esas acciones. Una falta sacada por Martins fue convertida en gol por el central Martín Cáceres, que se adelantó al despistado Ramos.

Le costó sobreponerse al Madrid e incluso se puede decir que nunca lo consiguió, pese a que abandonó Huelva con tres puntos más en la clasificación. Su primer y único triunfo en sus cuatro visitas a Andalucía. El día que su juego no le hizo acreedor de ella, el Madrid se reencontró con la victoria.

Hasta el descanso no hizo acciones de especial mérito, salvo ese buen pase de Drenthe cabeceado a gol por Raúl, que suma ya 285, en posición adelantada. No lo vio Iturralde, que desesperó a todos, en especial al Recreativo, que jugó mejor, remató más y probó la medicina que da Casillas a sus rivales. En el tiempo añadido salvó un disparo de Sinama y ya en el segundo evitó la derrota de su equipo.

Entre medias de todo ello, el show de Iturralde, la desesperante lentitud con la que se movió el Madrid, la exagerada roja a Beto por un manotazo a Heinze, las expulsiones de Ramos y Quique Álvarez, que pudo partir el tobillo a Robben y todavía protestó la decisión del árbitro, y la aparición de Robinho, la mejor noticia que recibió el madridismo. Si alguien puede sacar al Madrid del letargo en el que ha caído ese es Robinho, el futbolista más desequilibrante e imaginativo de la plantilla. También regresó Pepe y la defensa de su equipo lo agradecerá.