El clásico entre Atlético y Athletic se presentaba animado por las urgencias, muy diferentes, de ambos conjuntos. Los locales estaban obligados a conseguir los tres puntos para dejar claro de una vez por todas su objetivo de esta temporada, la clasificación para la Champions. Enfrente, un Athletic que no pasará, un año más, de luchar por no tirar por tierra la solera que le otorga haber estado siempre en Primera División. Agüero y Forlán volvían a convertirse de nuevo en la esperanza colchonera, mientras que los leones confiaban su suerte al resurgido Llorente y a la pierna izquierda de Yeste.

Sin apenas tiempo para que el poco público asistente se sentase en sus localidades, Raúl García se sacó un cañonazo desde fuera del área que Armando resolvió haciendo gala de sus reflejos. Pero el veterano portero vasco se vio sorprendido pocos minutos después por un centro de Antonio López desde la banda derecha que acabó significando el primer gol del partido tras el intento de remate de Agüero. Con algo de fortuna, el partido se ponía de cara para los locales.

La ventaja en el marcador provocó la relajación suficiente en el Atlético para que su rival se hiciese con el control del balón y comenzara a acercarse a las inmediaciones de la portería de Abbiati. La lentitud en la circulación del balón y las imprecisiones en el último pase provocaban que el dominio de los de Caparrós no se transformase en acciones claras de peligro.

Todo lo contrario ocurría en el otro extremo del campo cada vez que la pelota llegaba a los pies de Agüero o Forlán. La creatividad de los delanteros rojiblancos ponían en apuros una y otra vez a la defensa del Athletic. Rebasada la media hora de encuentro, una conexión magnífica entre Forlán y Jurado acabó en las botas de Luis García, que estrelló el esférico en el larguero de Armando en la que era hasta ese momento la acción más espectacular del encuentro.

Javi Martínez, brillante

Fue así hasta que Javi Martínez recogió la pelota en su área y, tras una galopada tremenda, habilitó a Susaeta, que batió por bajo a Abbiati poniendo la igualada en el marcador. Pero lo peor para los locales estaba por llegar. Con la primera parte a punto de expirar, el Atlético volvió a mostrar sus debilidades defensivas. La zaga rojiblanca no acertó a despejar un saque de falta de Yeste que acabó rematando Llorente con la espuela para adelantar a los leones y hacer saltar las alarmas en el Calderón.

Llegaba el descanso, y con él la sensación de vértigo que acompaña al Atlético cada vez que se acerca a la zona alta de la tabla. Los colchoneros estaban dejando escapar una nueva oportunidad para asentarse en posiciones de Liga de Campeones mostrando unas dificultades tremendas en la elaboración del juego que le impedían sacar el balón jugado.

El Atlético, en inferioridad

El Atlético estaba empeñando en complicarse la vida. El siguiente paso lo dio Raúl García. El centrocampista rojiblanco realizó una entrada innecesaria sobre Yeste que le costó la segunda amarilla. El Atleti, por detras en el marcador, sin juego y con un hombre menos. Pero podría haber sido peor si Medina Cantalejo hubiese visto la agresión de Pablo a Aduriz en el área.

Con los locales obsesionados en tirar el partido lo antes posible, el Athletic se mostraba cada vez más cómodo sobre el césped e intentaba ponerle la puntilla al rival. A punto estuvo de hacerlo Aduriz con un remate de cabeza que se envenenó tras botar sobre el césped y que acertó a despejar Abbiati.

El equipo de Caparrós, muy ordenado y jugando el balón con sentido, supo controlar a un rival que fue perdiendo presencia en ataque con el paso de los minutos y que acabó bajando los brazos bastante antes del pitido final. Agüero, con un remate acrobático desde dentro del área estuvo cerca de rescatar un punto, pero Armando justificó el porqué de su fichaje por el equipo bilbaíno

Nueva ocasión perdida por el Atlético para afianzarse en la zona de Liga de Campeones. Los colchoneros volvieron a sufrir el vértigo del que llevan haciendo gala en las últimas temporadas. El Athletic consigue tres importantes puntos que le sirven para dar un salto considerable en la clasificación.