Hay Liga

Primera | Zaragoza 1 - Barcelona 2

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AP

La ajustada victoria del Barcelona ante el Zaragoza le sirve para situarse a cinco puntos del Real Madrid tras la derrota del conjunto blanco en Sevilla. Oliveira, Henry y Ronaldinho, de penalti, consiguieron los goles de un partido eléctrico.

La derrota del Real Madrid ante el Betis ofrecía al Barcelona una oportunidad inmejorable de meterse de lleno en la lucha por el título de Liga. Una victoria en la Romareda acercaría al equipo azulgrana a tan sólo cinco puntos del líder, una distancia que sabe a gloria visto lo visto en lo que ha transcurrido de campeonato. Los de Rijkaard, mentalizados de lo que había en juego, tenían enfrente a un rival necesitado de puntos y que deambulaba por la clasificación sin objetivos definidos.

Zaragoza y Barcelona se encargaron de reducir al máximo el terreno de juego en el comienzo del partido situando sus defensas muy adelantadas. Esa presión ejercida por ambos equipos se rompió la primera vez que el balón llegó a las botas de Oliveira. El delantero brasileño, tras una buena acción personal, logró habilitar a Sergio García, que disparo desviado en la primera ocasión clara del encuentro.

La entrada en el partido de ambos equipos fue bien diferente. Los locales ofrecían un fútbol totalmente vertical, rápido y eléctrico, mientras que el equipo culé se mostraba espeso y con dificultades para sacar el balón jugado hasta el centro del campo. El transcurso de los minutos sirvió para que ese desequilibrio fuese desapareciendo y para que el Barcelona, haciendo suyo el balón, comenzara a dejar en evidencia los fallos defensivos de los maños.

Fue entonces cuando volvió a hacer presencia Oliveira, que con un disparo cruzado desde dentro del área volvió a meter el miedo en el cuerpo al rival. Seguidamente, Diego Milito y Sergio García se encargaron de desaprovechar la tercera ocasión de inaugurar el marcador.

El Barcelona no lograba traducir su dominio en ocasiones de gol. Ellos dominaban y el rival asustaba. Pero apareció Henry, y eso es sinónimo de éxito. La calidad del francés le sirvió para realizar un exquisito control a pase de Deco, ayudándose con el brazo, que significó medio gol. César no pudo hacer nada ante su disparo. Primera llegada con peligro del Barcelona y gol.

El Zaragoza no se vino abajo y siguió plantando cara, lo que le sirvió para gozar de la oportunidad más clara de la primera mitad. Una internada por la banda izquierda, una vez más de Oliveira, acabó con el brasileño por los suelos ante la aproximación de Márquez, que no llegó a tocar al jugador maño. González Vázquez señaló un penalti que no existió y Diego Militó se encargó de mandarlo a las nubes. Se llegaba al descanso con un Barcelona muy práctico de cara a la portería rival, mientras que su rival parecia peleado con el gol.

El Barcelona deja las ideas en el vestuario

Tras la reanudación quedó claro que no era el día de Diego Milito. Víctor Valdés frustró una nueva ocasión del argentino haciendo gala de sus buenos reflejos. Tuvo que aparecer por primera vez la conexión Sergio García-Oliveira para que el Zaragoza lograse romper la resistencia de su rival. El pase en profundidad del centrocampista catalán fue resuelto por el brasileño con un ajustado disparo cruzado ante el que nada pudo hacer esta vez Víctor Valdés.

Resultaba complicado creer que el Barcelona de la segunda parte fuese el mismo que el de la primera. Los hombres de Rijkaard se vieron superados por la situación y desaparecieron del campo entregando el control del partido a su rival. El equipo culé se defendía como gato panza arriba de las embestidas de los de Irureta, pero el Zaragoza no estaba fino de cara a gol, y Sergio dio una nueva muestra de ello. La lentitud del defensa zaragocista permitió a la defensa rival desbaratar una nueva ocasión de gol ante la que la afición local ya cantaba el segundo.

Polémica arbitral

En un partido tan vibrante no podía faltar la polémica. González Vázquez señalaba penalti a instancias de uno de sus asistentes tras un control de Juanfran dentro del área maña en la que el defensa se ayudó con el brazo. El control, calcado al de Henry en el gol azulgrana, sirvió a Ronaldinho para volver a marcar y conseguir tres puntos vitales para su equipo.

El Barcelona consigue recortar la ventaja del Real Madrid a tan sólo cinco puntos, algo que hace unas jornadas se antojaba más que complicado. Hay Liga. La emoción está servida.