¿Fue el partido que había visualizado?

Pues hubo partes del partido que sí había imaginado, pero para otras situaciones tenía que estar prevenido.

¿Cuál era el plan?

Ser nosotros mismos... y presionar, no parar de correr, incomodar al Madrid.

Hubo momentos en que Juanito, mediocentro, era el delantero centro. Y todo por la presión.

Tiene mucho instinto y una virtud defensiva, pero es para aplaudir a todos.

¿De qué se ha sentido más orgulloso cuando ha visto los periódicos?

De nuestra afición, de que se viese tanto sentimiento rojiblanco en las gradas, de que disfrutasen así.

Algún mérito tendrá usted.

El porcentaje que me corresponde, nada más.

Había ensayado, literalmente, hasta los saques de puerta. Y en la estrategia le funcionó una nueva modalidad.

Una de las opciones para sorprender es sacar rápido. Afortunadamente, nos salió bien en el primer gol.

Su trabajo es aplaudido desde todos los lugares.

Hay que saber gestionar los elogios. Es evidente que a cualquier persona le gusta que le alaben, pero me gusta ser una persona equilibrada, moderada.

Dijo Alfonso García que está seguro de que Emery se va a quedar en Almería la temporada que viene. ¿Y usted?

Lo que está claro es que vamos a hablar.

¿Así de parco? Tiene una oferta sobre la mesa para renovar su contrato, ¿no?

Sí, pero lo de menos es la oferta ahora mismo. Vamos a hablar seguro.

Ya dicen por ahí que la victoria ante el Madrid es un buen puñado de euros para su próximo contrato...

Pues sinceramente, el dinero no me importa. Hay cosas mucho más importantes en el fútbol que el dinero. Los proyectos, las personas. Es que lo pienso así.

¿Le dijo algo Schuster?

Sí, me felicitó, estuvo muy cordial antes y después del partido. Lo agradezco.

¿Qué se siente estando en centro de los focos?

No se me puede ir de las manos y ni siquiera puedo quedarme con el protagonismo exclusivo. Esto es un reconocimiento a los técnicos, fisios y a la ciudad. Pero los entrenadores siempre estamos en los extremos, y por eso igual ahora recaen en mí más halagos.

Siempre repite que es ambicioso. ¿Mira a Europa?

Hemos llegado hasta aquí mirando el partido a partido. ¿Para qué cambiar?