Una vez en cuartos de final, la Copa adquiere un tono distinto, más trascendente. Llegados a esta ronda, los equipos vislumbran una posibilidad cierta de aspirar a algo, se encuentran a dos pasos de una final. En el caso de Racing y Athletic resulta razonable que ambos vean asequible el acceso a las semifinales, la antesala de un partido con un título en juego, lo cual da sentido y lustre a una temporada. Son palabras mayores para dos clubes poco familiarizados con la gloria.

El Sardinero acoge esta noche el primer capítulo de un emparejamiento a cara de perro, sin pronóstico. Pese a lo que diga la clasificación liguera, no cabe señalar un favorito claro. Incluso, el todavía reciente partido celebrado en este mismo escenario acrecienta la sensación de que todo es posible, de que uno está capacitado para eliminar al otro y viceversa.

Ya se sabe que cada partido es una historia, pero que fuese un enfrentamiento tan abierto quizás sea un dato favorable desde la óptica del Athletic, pues quiere decir que el Racing en su campo no supo gobernar. El repaso cronológico de lo sucedido revela que una pizca de fortuna le hubiese bastado al Athletic para haber tomado la delantera y orientado a su gusto la pelea.

Lleno y rivalidad.

Otros factores a considerar son que la vuelta será en San Mamés o la respuesta de los aficionados. Se prevé un lleno hoy, pero con una presencia apreciable de gente llegada de Bizkaia, bastante superior a la testimonial que se observó en la cita liguera por culpa de los precios.

La inercia adquirida tras apear al Espanyol se antoja clave. Superar dicho escollo, aunque fuera necesario recurrir a la prórroga y la tanda de penaltis, o quizás precisamente por ello, ha servido para que Joaquín Caparrós y los suyos miren a la Copa con otros ojos. El Racing tiene de su parte la tranquilidad adquirida en la Liga. Marcelino puede centrarse en la Copa con las espaldas cubiertas y de ahí que el pasado fin de semana reservase a algunos de sus titulares para recibir hoy al Athletic.

Juande quiere llevarse a Garay al Tottenham

Garay está de enhorabuena. El central argentino recibió ayer la llamada de su selección para jugar un amistoso en Los Ángeles y, además, se enteró por la Prensa inglesa que el Tottenham de Juande Ramos está dispuesto a hacer una importante oferta al Racing para contratarle. Según el rotativo The Sun, los Spurs podrían ofrecer 10 millones de libras (unos quince millones de euros) por contar desde ya con la que es una de los futbolistas más importantes en el Racing de Marcelino. El dinero es mucho, aunque está claro que Marcelino no vería bien la salida ahora de uno de sus puntales.