"Seguiré aquí hasta que del Nido quiera"

Chevantón

"Seguiré aquí hasta que del Nido quiera"

La marcha de Kanouté y Koné a la Copa de África le ha dado al uruguayo la posibilidad de disfrutar de la titularidad. Asegura que ahora se siente más jugador y que terminará haciendo goles en el Sevilla: "He marcado en todos los equipos en los que tenía". Quiere triunfar en Nervión.

Poco a poco ha conseguido entrar en el equipo?

Sí, cuento con más minutos y me siento contento porque ahora es cuando me puedo sentir más jugador.

Le ha costado.

Lamentablemente, el entrenador que estaba antes no contaba conmigo.

Es que ustedes los uruguayos son una raza muy especial: competitivos y cabezotas.

Tenemos personalidad. Siempre digo lo que pienso y voy de frente. Y eso muchas veces molesta. Estos seis meses que estuve sin jugar trabajé muchísimo.

Pero ahora, de aquí no le mueven ni los GEOS.

Nunca dije que me quería ir. Todo lo contrario. Y me quedé sabiendo que no iba a jugar. Me entrené muy serio estos seis meses.

Vamos a retroceder en el tiempo. Cuénteme sus comienzos como futbolista.

Empecé desde muy pequeño en mi ciudad, Juan Lacaze. A los 12 años me fui a Montevideo y fiché por el Danubio. Pasé tres o cuatro años muy difíciles. Echaba de menos a mi familia. La comida no era la necesaria. A veces comíamos, a veces no. Estábamos solos en una casa que tenía el equipo. Años difíciles hasta que pude debutar en Primera División.

¿A veces comía y a veces no? ¿Cómo es eso?

No teníamos ni desayuno ni merienda. Comíamos a mediodía y por la noche y, a veces, los fines de semana donde íbamos a comer estaba cerrado y teníamos que ir a casa de algún compañero que nos invitaba. ¡Si no, nos pasábamos el fin de semana sin comer!

¿Con quién coincidió en aquellos duros momentos?

Con Recoba, del Inter. Tiempos duros, pero aquello me hizo crecer y valorar las cosas. En un año en el Danubio marqué 36 goles y me compró el Lecce. Lo pasé muy bien.

Y de ahí, a Francia, al Mónaco. ¿Llegó a coincidir con el Príncipe Alberto?

No lo vi mucho. Ellos viven en el Palacio y seguramente tienen mucho trabajo...

Y se enfrentó al Betis. ¿Es cierto que le quiso fichar?

Cuando estuve en Italia me intentó fichar. Eso se decía.

¿Quién le convenció para venir al Sevilla?

No me convenció nadie. Cuando me dijeron de venir aquí ni lo dudé.

¿Nunca congenió con Juande Ramos?

Es difícil cuando tienes el apoyo del presidente y del director deportivo, pero no el del entrenador. Quizá no le gustaba mi forma de jugar y cuando jugaba dos partidos seguidos y marcaba goles, al siguiente no me convocaba. Cada uno tiene su modo de pensar.

¿No le dio una explicación?

Sólo hablé con él una vez y le pregunté si estaba mal físicamente o qué debía mejorar porque yo no tengo miedo al trabajo. Me dijo que era una decisión técnica.

Y le dejan sin ficha.

Sentí impotencia. De hacer la pretemporada con él y preguntarme cómo estaba y después llamar al presidente por la tarde y decirle que no contaba conmigo. Te da rabia porque si te ve todos los días por la mañana. ¿Por qué no te lo dice en la cara? Pasaba al lado mío y no te decía ni 'buen día'.

¿Brindó con champán del caro cuando Juande Ramos se fue a Inglaterra?

No le deseo mal a nadie y no tengo ningún problema con él. Lo que tenía que decir lo dije y basta.

Llegan tiempos mejores. Tiene ficha, Jiménez confía en usted...

Jiménez le ha dicho las cosas a la cara a todo el mundo. Es directo y eso lo valoro.

Darío me dijo un día que uno de sus mejores amigos en el Sevilla era Del Nido.

Sí. Porque son personas que te dicen las cosas a la cara. Y decir las cosas claras conserva la amistad.

¿Cómo está Darío Silva?

Muy bien. Quiere hacer remo y está entrenándose. Está trabajando en una televisión en Uruguay.

¿Y esa afición suya por los tatuajes?

Cuando uno es joven uno hace lo contrario a lo que dicen los padres. Ellos no querían que me hiciera tatuajes... ¡pues me los hice!

Su pasaporte es uruguayo. ¿Para cuándo le veremos como español?

Creo que ya. En junio me haré español.

¿Se vio en algún momento fuera del Sevilla?

Pude irme al Racing. Agradecí a Marcelino su interés, pero quería quedarme.

¿Cuánto le queda de contrato?

Tres años más. Me quedaré hasta que el presidente me diga que no cuenta conmigo.

¡Tiene buena competencia en la delantera!

Es difícil jugar cuando tienes dos atacantes (Kanouté y Luis Fabiano) que marcan 25 goles por año. Pero ahí estoy.

¿El jugador del Sevilla que más le ha impresionado?

Daniel Alves.

¿Qué tiene Paco Casal como representante?

Te trata muy bien. Tiene mucha influencia en los mejores equipos del mundo, te da la posibilidad de jugar en clubes grandes y te asegura un futuro económico.

¿Qué le pasa este año al Sevilla, que no despega en la Liga?

Muchas circunstancias, muchas lesiones, expulsiones. Saldremos adelante.

¿Cuántos goles puede marcar?

El año pasado sin jugar hice once. Con más continuidad tendré más posibilidades. En todo los equipos donde he jugado hice goles.