Van Nistelrooy llegó ayer a Valdebebas como si de un día normal se tratase. Madrugador, algo habitual en él, ya estaba allí a las 10:15 horas. Sin embargo, no era un día corriente para el holandés y en su rostro se reflejaba la felicidad de la buena nueva. Ya sabía que horas más tarde firmaría su nuevo contrato con el Madrid hasta 2010, con posibilidades de seguir en el club blanco durante varios años más en función de los partidos jugados y los goles marcados.

Según fueron apareciendo sus compañeros les fue contando la noticia. Una noticia que ha sido bien acogida en el vestuario blanco. Y es que la profesionalidad de Ruud no deja a nadie indiferente. De los más expresivos fueron sus paisanos Drenthe, Robben y Sneijder. Para ellos es como el hermano mayor que les ayuda, anima y apoya. Normal entonces que la alegría fuese compartida. También Casillas se mostró muy satisfecho y bromeó con Ruud: "Nos va a tocar aguantarte por aquí por los menos otros dos años, porque si depende de los partidos y los goles que hagas...".

El final del culebrón llegó ayer, aunque el holandés supo en palabras de Calderón en el viaje a Barcelona en La Saeta que su continuidad era un hecho. Ayer hubo aplausos por Ruud en Valdebebas. Los que suele haber en un Bernabéu que seguirá disfrutando con él.