Schuster no se conforma a pesar de que su equipo está en lo más alto de la Liga, se ha clasificado para la siguiente ronda de Champions y Copa y ha logrado ya 53 goles entre todas las competiciones, siendo el máximo realizador en el campeonato doméstico (37). El Madrid ha bajado su media goleadora en los últimos cinco partidos (0-1 ante el Athletic, 2-0 contra Osasuna, 1-1 en Alicante, 0-1 en el Camp Nou y victoria por la mínima en Copa, 2-1) y al alemán no le ha gustado nada. Por eso, ayer mandó afinar la artillería con la vista puesta en el partido ante el Zaragoza en una sesión en la que sólo había una premisa: disparar a portería.

Y vaya si lo hicieron. Los 12 jugadores más ofensivos del Madrid se dividieron en dos grupos tras divertirse en unos rondos y remataron durante una hora hasta disparar unas 50 veces por cabeza. En total, ejecutaron más de 700 remates. Los primeros fueron desde media distancia, una faceta en la que brilló Baptista (tres goles). Después vinieron otros de primeras tras recibir centros desde las bandas (bien Van Nistelrooy, mejor Raúl) y a continuación se ejecutaron más desde la frontal tras hacer la pared con un compañero (exhibición de Robinho). Para terminar se lanzaron faltas y penaltis, no sin antes realizar la prueba que puso de moda Schuster: lanzamientos de precisión. Gana el que estrelle el balón en el poste, el objetivo.

En el computo general, Robinho se erigió en el máximo goleador (15 tantos), seguido de Higuaín (12), mientras que Soldado fue el más espectacular (gran chilena). En la portería, Casillas volvió a demostrar sus reflejos. Toda la plantilla agradeció esta iniciativa.

Hubo goles de todos los colores

Robinho demostró que sus nueve goles de esta temporada no son casualidad y remató de maravilla. Igual que Ramos, cuyos mejores tantos fueron de cabeza. Higuaín estuvo más fino que en los partidos y fue el segundo máximo goleador. Ruud se gustó con los penaltis y Baptista y Sneijder con la cabeza.