Ahora no se achique, Javier

Yo digo | Miguel Á. Méndez

Ahora no se achique, Javier

Viniendo de donde viene el Atleti, más vale morir cosido a tiros, que de asco detrás de la tapia, con la cabeza gacha y el orgullo por los suelos. Ya sé que puede resultar gratuito, casi insensato, porque además no será a mí a quien echen (o eso espero). Será a usted. Pero si eso ocurre, se marchará del Manzanares con la cabeza alta. Como llegó. Con esa pinta de ser un tipo directo, valiente, con las cosas claras. Sabiendo hacer buen uso hasta de un par de tacos bien dichos en cualquier sala de prensa.

Sea osado, por favor. Hace más de cuarenta años que Madrid y Atleti no se pelean entre ellos por un título, cara a cara. En la temporada 64-65, Miguel Muñoz se lo llevó a Concha Espina. Un año después, el trofeo se vino al Calderón de la mano de Domingo Balmanya. Más reciente, hace quince años, fue aquella en la que pugnaban ambos y, al final, les pasó el Barsa por la derecha, previo derrape de los blancos en Tenerife.

Es el momento, fuera cobardías. Hay Liga y, ahora, lo suyo parece de verdad. Salir con todo. Acabar un partido con toda la caballería volcada al grito tan ministerial de "antes partíos que doblaos". Ya me conozco de memoria aquello de que cada partido es una historia. Pero la del Atlético, desde hace ya demasiado tiempo, siempre era sosa y gris. Ahora, ya no sabes nunca cómo va a acabar. Pero divierte siempre. Y eso, a la ciudadanía rojiblanca le pone una barbaridad.