Bojan fue la estrella en un San Mamés entregado

Selecciones autonómicas | Euskal Herria 1 - Catalunya 1

Bojan fue la estrella en un San Mamés entregado

Bojan fue la estrella en un San Mamés entregado

Aduriz, en un golpe de rabia, empató para Euskal Herria

El ambiente festivo de un San Mamés a reventar, en una noche con mayor espectáculo en la tribuna que sobre el césped, fue la nota más destacada del Euskal Herria-Cataluña, en el que Bojan dejó bien claro que no está en la elite por un regalo. Entre el juvenil y Corominas crearon una jugada de dibujos animados que hasta divirtió al público de La Catedral, que tenía ayer dos equipos. Krkic salió ovacionado tras brindar una hora de amenazadores desmarques. Se picó Aduriz y en un alarde racial fabricó un gran contragolpe que finalizó él mismo.

La reivindicación nacionalista presidió el encuentro, en el que hubo cánticos, botes y olas en la grada... y demasiadas bengalas en los fondos. Desde el principio, se notó que la jornada tenía tintes de otra inquietud más allá de la deportiva. San Mamés, que ha pasado a ser como una especie de Wembley para la selección vasca sin que a Anoeta le importe, se lo pasó en grande a pesar de que los suyos no dieron tres pases seguidos hasta el 1-1.

La grave lesión de Jorquera, como en la ida sucediese con Tiko, empañó en parte el jolgorio. Sobre todo en el terreno de juego. Fue como un aviso para los jugadores, tan implicados en la causa como cautelosos a partir de ese instante. Se quedaron aturdidos, hasta que entre Corominas y Bojan tejieron una fantástica jugada que murió en la red de Lafuente. El pase del perico fue genial y la culminación, soberbia, propia del mismo Messi. La selección catalana cogió carrerilla y Lafuente tapó con el cuerpo dos claras opciones de Xavi y del diabólico juvenil del Barça. También Etxeberria se tuvo que ir con molestias antes de la llamada a vestuarios, dejando su plaza a Aduriz, quien nada más entrar tuvo el empate en su cabeza.

Euskal Herria no recuperó parte del aliento hasta bien entrada la segunda mitad, hasta que Xavi decidió que ya era bastante y se fue a la ducha. Iribar apostó por el dúo Orbaiz-Yeste para la creación en la medular, como habitualmente hace Caparrós, y entre Sergio González y Xavi se adueñaron de la parcela ancha. La entrada del osasunista Puñal supuso un alivio en la organización del juego vasco. La compenetración entre Aduriz y Joseba Llorente, ex compañeros en el Valladolid, también ayudó. Ya sin Puyol sobre el campo, se movieron con soltura. Gabilondo tuvo el triunfo en el último suspiro, pero lo evitó Morales.

Los equipos posaron con el lema "Una nación, una selección"

Fue una jornada de exaltación nacionalista en Bilbao. Por la mañana, las consejeras de Cultura de los Ejecutivos vasco y gallego, y el vicepresidente de la Generalitat rubricaron la Declaración de San Mamés, un manifiesto institucional enfocado al fomento de los "sistemas deportivos, la práctica, los deportes autóctonos y las selecciones nacionales" en sus comunidades. Luego, hubo una manifestación en favor de las selecciones vascas y las dos plantillas posaron con una pancarta con el lema "Una nación, una selección".