Duelo de filosofías en la alfombra de San Mamés

Primera | Athletic - Real Madrid

Duelo de filosofías en la alfombra de San Mamés

Duelo de filosofías en la alfombra de San Mamés

juan flor

Caparrós y Schuster se pican. Ocio regresa. Baptista, titular

Joaquín Caparrós hizo ayer un sentido elogio en favor de la cantera y expresó también la importancia de compartir raíces, de criarse en la tierra. Sólo así es posible establecer una relación sentimental con el entorno, un compromiso emocional. Caparrós, que ha nacido en Utrera y jugó seis años en las categorías inferiores del Real Madrid, se ha sumergido en la cultura del Athletic y, como es pasional, lo ha hecho apasionadamente.

No se puede oponer nada contra la teoría de sus declaraciones, ni siquiera cuando considera al Madrid como un club de "talonario". Lo es, como muchos otros, incluido el Athletic, sin que eso signifique desdoro alguno ni sirva para otra cosa que repartir riqueza. Sin embargo, la enumeración de certezas en día tan señalado nos sugiere que Caparrós, antes que un tratado de sociología, pretendía calentar el partido de esta noche. Exaltar a los propios y a los ajenos. Empezar a jugar.

Lo habrá conseguido si el mensaje llega a los futbolistas, a través de la prensa o de esos amigos que la leen por ellos peinando ofensas y obviando elogios. La treta, por lo demás, es totalmente reglamentaria y reproduce el viejo protocolo de guerra de los grandes choques. Hay quien pretende que los futbolistas se besen antes y después de cada encuentro, y que celebren los cumpleaños juntos, pero la nobleza del juego no se salva así ni se perjudica al contrario. Se puede representar la rivalidad sin llamar a la violencia. Se puede picar sin herir. Como ha hecho Caparrós y como le ha respondido Schuster.

Cita vital. Para el Athletic, el partido es trascendente. Después de ganar en Mestalla (0-3) se ha desatado un estado de euforia que no se corresponde con la clasificación (cuatro puntos por encima del descenso), pero que se entiende muy bien. Hace demasiado tiempo que la afición busca señales en el cielo, un buen presagio, algo. El Athletic todavía no ha ganado dos partidos seguidos y vencer sería criar una esperanza.

Es inevitable no asociar la recuperación del Athletic con la reaparición de Yeste, un futbolista que recuerda mucho a Guti, en lo malo y en lo bueno. Finalmente, son los jugadores de talento, más allá de sus efervescencias, los que sostienen la ilusión y el juego.

Llorente es otro ejemplo de lo que digo. Su magnífico partido en Mestalla ha rehabilitado a un delantero excepcional al que nunca se ha aplicado el atenuante de la edad (22 años). Jugadores así, tan exuberantes y con tantas posibilidades, no aprenden nada en el banquillo. Sólo a dudar. Que le pregunten a Soldado.

Animado por la inspiración de sus genios, Caparrós apostará por el mismo equipo que deslumbró en Valencia, con la única novedad de Aitor Ocio, que cumplida su sanción ocupará el lugar de Ustaritz. Regresa a la convocatoria Del Horno, que le ha marcado al Madrid cinco de sus trece goles en Liga. El objetivo es lograr la segunda victoria liguera en San Mamés, de donde sólo ha salido derrotado el Recreativo (2-0).

El Real Madrid se presenta en Bilbao con unos números brillantes (líder con diez victorias y 33 goles), pero ha fallado en sus últimas salidas. Contando Copa de Europa, el equipo suma dos empates y dos derrotas lejos de casa. En los dos últimos viajes, Murcia y Bremen, se repitió el guión: el Madrid dominó primero y se perdió después. Hoy el equipo incluye extrañas novedades. Parece que Schuster apostará por Baptista en lugar de Guti, que no jugó contra el Racing por sanción y que en el Trofeo Bernabéu demostró que está recuperado de su gastroenteritis. Sorprende que el técnico renuncie a su jugador más clarividente. El compañero de Diarra podría salir de Gago o Sneijder.

No habrá cambios en el resto de líneas. Aunque apenas se ha podido entrenar por un golpe, Van Nistelrooy será la punta del equipo con Raúl de pareja y cómplice. En lo que va de temporada, el capitán ha dado cinco pases de gol al holandés y ha recibido tres asistencias de su parte. Son algo así como Butch Cassidy y Sundance Kid.

Como siempre, la lista de descartes ejerció de dedo acusador. Higuaín y Metzelder no entraron y, a cambio, Drenthe fue premiado por su gol en el homenaje a Gento (valió para mucho el partido). A excepción del caso Soldado, a Schuster ya se le entiende casi todo.

El lugar. Alrededor de los contendientes está San Mamés, que también juega. No hay un estadio en este país con más solera, ni tan británico (diseñado por Manuel María Smith, un vasco de ascendencia irlandesa). Un campo que en lugar de honrar al santo que lo patrocina (protector de los lactantes y los fracturados) se identifica con los leones que no se lo comieron o sí, que en esto las hagiografías no se ponen de acuerdo.

La puesta en escena es perfecta. Hay hasta una bella oposición cromática en los uniformes. No sólo se miden dos grandes equipos. Se enfrentan dos buenas ideas.