Bernd Schuster se sintió profundamente contrariado con la actitud de algunos de sus jugadores en la derrota de Bremen. Al finalizar el encuentro intentó disimular su enfado ante la Prensa española, pero en la rueda de entrevistas que la UEFA obliga a conceder a las televisiones, el entrenador alemán se sinceró ante los compañeros de Sky Italia, hablando en castellano: "Hemos tenido algunos jugadores que no han estado a la altura del partido".

Schuster volcó sobre determinados futbolistas la responsabilidad de una derrota comprometida: "Hemos dado muchas facilidades en defensa y a la hora de atacar hemos fallado bastantes ocasiones". El técnico estaba muy disgustado con la respuesta de su equipo, pues días antes habían estudiado vídeos del Werder Bremen y en la charla previa con los convocados se pactaron determinadas precauciones tácticas que luego no se cumplieron en el terreno de juego. El Bremen impuso su estilo rápido y su capacidad rematadora, mientras el Madrid se dejó llevar en el dominio, aceptando el desorden táctico, la anarquía de movimientos en defensa y desperdiciando ocasiones clarísimas de gol por falta de decisión en el remate.

Errores.

A Schuster y a su ayudante, Manolo Ruiz, les desagradó sobre todo el despiste de sus jugadores en acciones previsibles. Los defensas, Marcelo sobre todo y también Ramos, abandonaron sus puestos en ataques mal elegidos, perdiendo la posición para dejar a sus compañeros en inferioridad. Metzelder y Pepe estuvieron muchas veces a merced de Rosenberg, Sanogo y Hunt, facilitando excesivas ocasiones de gol que obligaron a Casillas a emplearse a tope para evitar la goleada.

Schuster dijo que "algunos no estuvieron a la altura" y en este saco entrarían sin duda Diarra y Gago, que se vieron superados hasta el sonrojo por la medular del Bremen. Jensen hizo lo que le vino en gana, jugando al ritmo que le convenía. Sin mencionar la lentitud de reacción de Gago y Diarra en las contras alemanas.

El partido fue, en definitiva, un correcalles. Exactamente lo que le interesaba a los alemanes, fuertes, rápidos y duros. Schuster dio orden a su equipo de no cometer errores en los pases, no perder la posición y mover el balón hasta desgastar al Bremen. Pero sólo corría el minuto 4 cuando Guti lanzó un pase imposible a Robinho y Fritz inició una salida que acabó en gol de Sanogo. Todos los planes se fueron al garete.

Los jugadores no siguieron las instrucciones de Schuster y de ahí el enfado del alemán en el banquillo, manifestado después al micrófono de Sky Italia. Curiosamente, el técnico no se expresó con tanta dureza ante los periodistas españoles, seguro que para evitar conflictos con el vestuario.

Esta acusación directa del entrenador pone a los futbolistas en situación comprometida y habrá que esperar el tono de su respuesta.