En principio, el plan era que Ronaldinho purgara su bajo rendimiento con la suplencia ante el Recreativo y que volviera a la titularidad el pasado martes, en campo del Olympique Lyonnais. Sin embargo, el brasileño se borró del primer partido de Liga tras su regreso de la selección, lo que demoró la puesta en marcha del plan de Frank Rijkaard una semana: fue suplente en Gerland y jugará en Montjuïc su octavo derbi desde que fichó por el Barcelona.

La decisión de Rijkaard, consensuada con el propio Ronaldinho y con los técnicos asistentes, no es bien recibida por el entorno. Éste, por si hace falta una aclaración, se compone de Johan Cruyff y sus satélites, que abarcan hasta altos mandos de la junta directiva, pasando por un variopinto ramillete de opinadores más o menos profesionales.

Purga Bojan.

En Lyon (2-2) el Barça no hizo un gran partido, ni siquiera un buen partido, y careció de profundidad por la banda izquierda, que en ausencia de Ronaldinho ocupaba Andrés Iniesta, con Eidur Gudjohnsen por detrás. Esta apreciación ha llevado a Rijkaard a pensar que es mejor un Barça con un Ronaldinho flojo que sin él. Intocable Iniesta, que volverá a la posición de interior izquierda, la purga de la alineación será para Bojan Krkic, pese a que su rendimiento en Lyon fue bastante bueno.

Ronaldinho será indultado en Montjuïc, y al entorno no le gusta. Rijkaard sigue a lo suyo.