Pierden todos y el Athletic más

Pierden todos y el Athletic más

Ojalá sea el último episodio de esta vergonzosa película que ha terminado con el Athletic en un juzgado, con el presidente frente a un ex capitán campeón empleado con una nómina desmedida, superior a la que mereció y no ganó de corto. Nada de esto hubiera sucedido si este maquiavélico contrato blindado no se hubiese imaginado y firmado. Tampoco si Macua no hubiera mandado a la hoguera al delegado desde fuera del club. Habrá mayor o menor satisfacción por el fallo, pero nadie puede estar contento. El Athletic pierde casi un millón, Núñez apenas puede salir a la calle y el mandatario siembra dudas en el estilo. Y sobre su capacidad de negociación en situaciones difíciles. Como abogado, siempre había preferido un mal acuerdo a un buen juicio.

El club presume en su página web haber terminado con los blindajes (¿?), haciendo profecía de lo que jamás pasará. El simple hecho de que la factura sea de 900.000 euros ya dice que, al menos ayer, la cláusula se ha impuesto. Comienza la discusión sobre qué futuros acuerdos en el Athletic son blindados o no. Dará para tertulias, esperemos que no tantas como por este caso. Núñez y Macua se han equivocado. Este lío debía tener otra solución.