Poco interés despertaba la Copa en Levante. La situación crítica que atraviesa el equipo de De Biasi en la Liga es suficiente para que el desánimo se haya apoderado de todo lo que rodea al conjunto granota. El Almería, único equipo al que han conseguido ganar esta temporada, llegaba con la esperanza de que su suerte cambiara por fin y que ni el árbitro ni la mala fortuna de cara al gol le dejaran sin el merecido premio a su buen juego. El partido serviría también para que los jugadores menos habituales de ambos conjuntos tuviesen su oportunidad.

El panorama desolador de las gradas, totalmente vacías, contagió al Almeria. Los andaluces saltaron al campo totalmente dormidos. Un mal saque de puerta del portero visitante ocasionó la primera oportunidad clara de gol del partido. Geijo vio como Diego enmendaba su error despejando la pelota a córner tras su disparo. El siguiente en probar suerte fue Riga, que logró batir por encima al portero culminando una buena acción personal. Se volvía a repetir la misma historia que en el partido liguero que enfrentó a ambos conjuntos: el despiste inicial del Almería le otorgaba la posibilidad a los levantinos de adelantarse. Unai Emery se desesperaba en el banquillo viendo la pasividad con la que sus jugadores habían entrado en el partido.

Tales eran los problemas del Almería que Geijo pudo ampliar la diferencia poco después con un remate de cabeza que mandó fuera inexplicablemente. El Almería corría el serio peligro de complicarse tempranamente la eliminatoria, pero fue entonces cuando Corona hizo gala de la calidad que atesora en sus botas. El toledano se inventó un pase "a lo Laudrup" con el que sirvió en bandeja el empate a Natalio.

El gol sirvió a los rojiblancos para despertar y sacudirse el dominio incial de los de De Biasi. El encuentro pasó a tener alternativas constantes en el juego. Pero entonces volvió a aparecer Riga. Cuando se pensaba ya en el descanso, el delantero levantino anotaba el segundo en su cuenta tras una buena doble intervención de Diego.

Llegaba el descanso y el Almería volvía a pagar los platos rotos del Levante. Los locales parecían tener la medida cogida a los de Unai, que disponían de toda la segunda parte para arreglar la situación.

Sin dominio claro

Ni Levante ni Almería lograron hacerse con el control del partido en la reanudación. Los pases imprecisos y la bajada del ritmo por parte de los dos equipos durmieron el encuentro, reduciéndolo a una lucha sin sentido en el centro del campo.

Fue entonces cuando hizo presencia un invitado habitual de los partidos del Almería esta temporada: la polémica arbitral. Cabrera fue expulsado por un dudoso codazo sobre un contrario. El Levante se encontró entonces con una situación inmejorable para matar la eliminatoria con un tercer gol, pero la superioridad numérica no espoleó ni por asomo a los granotas.

Los levantinos dieron por buena la diferencia mínima. Mientras tanto, el Almería siguió intentándolo, pero acusó en exceso la expulsión de Cabrera. El conformismo local y la impotencia visitante depararon un insulso final de partido, que se resumió con un Almería que se topaba una y otra vez con la defensa del Levante en sus intentos por lograr el empate.

La eliminatoria queda pendiente para el partido de vuelta. La mínima ventaja alcanzada por los levantinos se antoja corta. El buen juego del Almería en su campo y la más que segura entrada de los ausentes hoy complicarán muchísimo la clasificación de los de De Biasi.