Messi contra la muralla

Liga de Campeones | Barcelona - Rangers

Messi contra la muralla

Messi contra la muralla

enric fontcuberta

El Barça afronta el reto del gol ante el rácano Rangers

Una muralla que vaya desde la playa hasta el monte, desde el monte hasta la playa, allá sobre el horizonte. Como en la canción de Nicolás Guillén, pero con intenciones no tan nobles, la propuesta de Walter Smith para frenar al Barcelona consiste en colocar no una, sino dos murallas defensivas por delante de Allan McGregor, el portero-figura del infumable 0-0 de Ibrox Park.

No se esconde el entrenador del Glasgow Rangers, que asume su condición de inferior ante el Barça de los Fantásticos. Y hace bien, porque ya se le ha visto el plumero de manera incontestable. Además, si antes de recibir al Betis fue Frank Rijkaard quien pidió a los suyos olvidarse del jogo bonito, está autorizado el escocés para desnudar sus limitaciones.

Rijkaard y el Camp Nou se encomiendan a Leo Messi para derribar esa muralla. Un Messi que primero habló de "antifútbol" para calificar el juego del Rangers en la ida, que luego rectificó a través de fuentes del club blaugrana y que hoy luchará por hacer del flojo y duro Sasa Papac un mero sparring de sus recortes y driblings.

Más cambios. Rijkaard volverá a cambiar los nombres de la defensa. Si ante el Betis dio descanso a Milito y alineó a Thuram junto a Puyol, hoy recuperará al argentino, sentará al francés y moverá a Puyol al lateral derecho, porque Zambrotta, tocado del encuentro liguero, no se ha recuperado. Por lo demás, seguirá todo igual; o sea, Xavi e Iniesta en busca de Henry de acuerdo a la consigna del técnico (menos tiqui-taca y más pases directos), Touré para aguantar el primer arreón del contraataque rival, Ronaldinho en su guerra particular y Messi como única esperanza de inventarse algo imprevisible para propios y extraños.

El Rangers podría prescindir del español Novo, en la pretensión de un fútbol incluso más directo que lo mostrado en la ida: pelotazos largos para Darcheville -ausente en el 0-0 de Ibrox- e intentos de conectar con Cousin, dos tipos que si en vez de pies tuvieran dos minipimer no se notaría la diferencia.

Unas 5.000 entradas circulan sin control

De las 10.000 entradas que ayer estaban disponibles en las taquillas y mediante el sistema de venta a través de terminales bancarios Seient Lliure, al menos la mitad se mueven de manera descontrolada en manos de seguidores del Glasgow Rangers. Fuentes consultadas por AS afirman que entre los revendedores -que ayer campaban a sus anchas por los alrededores del Camp Nou- y las trampas de los supporters -que pedían a seguidores locales que compraran localidades para ellos- esta noche podrían mezclarse unos 5.000 hinchas escoceses con el público local. Este es uno de los grandes temores de los responsables de seguridad, de ahí que el interior del estadio vea reforzadas las medidas con unos 3.000 mossos d'esquadra.