Apenas se habían adivinado los planes de Rijkaard cuando los delanteros del Barça ya habían conseguido el primer gol. Messi dejaba en bandeja el remate a Henry, quien a trancas y barrancas -golpe del balón en la mano del francés incluido- hacía entrar el balón junto al central escocés.
Con el tanto a favor la estrategia no cambiaba para los locales. Los chicos del Barça tenían como consigna abrir a las bandas y atacar por los flancos mientras Yaya Touré se aplicaba como eje del juego así como el punzón del compás. Con este planteamiento y una poblada defensa británica, las ocasiones de gol llegaban con cuentagotas a través de rechaces y jugadas no planificadas por los defensas escoceses.
Los extremos culés no encaraban a sus centrales y ni Puyol ni Abidal eran una ayuda suficiente para superar las líneas de los Rangers. Además, el Barça no reaccionaba con un juego más rápido o con más individualidades sino que se refugiaba en un ritmo cansino y sin riesgos a la espera de superar a un rival que había entregado la posesión (62% a favor de los locales en los primeros 40 minutos).
Ronaldinho quiere recuperarse
El único jugador con alguna intención diferente esta noche en el estadio blaugrana ha sido el brasileño Ronaldinho, quien ha probado de nuevo sus dotes y maniobras diferentes -en ocasiones con bastante desacierto-. De hecho, una pared con Henry al borde del descanso terminaba con el gol de Messi tras rechace del guardameta al tiempo que demostraba que los delanteros del Barça hacen más daño cuando se juntan dentro del área que cuando se alejan a los costados del campo.
Durante la segunda parte, con la ventaja de dos goles y un Rangers entregado, los de Rijkaard se han animado más en las jugadas y han aparecido los detalles de Herny, Messi, Ronaldinho, Xavi e incluso Puyol. Con alguna triangulación, algún toque exterior del brasileño o las gambetas del argentino el público ha visto como su equipo comenzaba a mostrar un juego más fastuoso ante unos rivales sin alma ni actitud de remontada. De hecho, los escoceses sólo remataron a puerta en tres ocasiones y su disparo más peligroso fue el del español Nacho Novo en el minuto 94.
Con este resultado el Barcelona se mantiene como líder del grupo E con 10 puntos, mientras que el Glasgow Rangers es segundo con 7 puntos. No obstante, los de Walter Smith han regalado el partido con un planteamiento muy defensivo, sin posibilidad de reacción y tras regalar un primer tanto en los pimeros cinco minutos de juego.
