El Sevilla se busca ante el mejor Madrid

Primera | Sevilla - Real Madrid

El Sevilla se busca ante el mejor Madrid

El Sevilla se busca ante el mejor Madrid

JESUS AGUILERA

Schuster repite el once de Mestalla. Jiménez alineará todo su arsenal

Trece puntos separan en la Liga a Real Madrid y Sevilla. El dato es elocuente y explica muy bien la realidad de ambos equipos en el campeonato. Mientras el líder se dispara, el campeón de la UEFA arrastra problemas que parecían superados y que volvieron a manifestarse en el Calderón, cuando marcó tres goles y recibió cuatro. Y no es que haya cambiado mucho el Sevilla: es que le persiguen las interferencias y, en lugar de presentarse y decir hola, se ha pasado más de dos meses diciendo adiós.

No obstante, por muchas distracciones que tenga el Sevilla el partido de esta noche está por encima de todo. Porque el Madrid es un rival inspirador, como quedó claro en la Supercopa. Entonces, los sevillistas ganaron en el Pizjuán (1-0) y se exhibieron luego en el Bernabéu (3-5). Fue en agosto, pero parece otro año y otro mundo. En el campo estaba Puerta y en el banquillo Juande Ramos.

Además, ha cambiado mucho el Madrid desde entonces. Justo después de esa afrenta, se exhibió contra el Atlético y el Villarreal, y tras una fase gris, acaba de recuperar el tono de aquellos primeros partidos en los que deslumbró a todos de la misma manera que lo hizo en Mestalla. La goleada contra el Valencia (1-5) ejerce un poderoso efecto de intimidación y sería muy raro que Manolo Jiménez no tuviera en cuenta lo que sucedió allí, con otro entrenador debutante que confundió los sueños con la realidad. Si a eso unimos la irregularidad del Sevilla y las bajas en defensa, no sería extraño encontrarnos hoy a un equipo tan presionante y comprometido como siempre, pero más precavido.

Es cierto que la cara del Sevilla mejora cuando está frente a su público, y es verdad que contra el Valencia completó un partido fantástico, pero hace falta pensar mucho para imaginar cómo se puede detener a este Real Madrid en trance. Guti parece clave, como siempre, pero la entrada de Gago junto a Diarra ofrece un plan B, una salida de emergencia. Por no hablar de Robinho o de Sergio Ramos, que son factores incontrolables.

Porque lo lógico sería que Schuster volviera a apostar por el equipo que impresionó en Mestalla, con la única posible variación de la entrada de Heinze por Marcelo, la amenaza de Jesús Navas por ese lado no ha pasado desapercibida para Schuster.

Ese once del Madrid que ganó en Mestalla se demostró fuerte y ágil, aunque esta vez no jugará contra un rival desarbolado y deprimido, sino frente a un enemigo que tiene en la solidez su principal virtud. Ese duelo entre el visitante que amenaza y el anfitrión que muerde nos sitúa ante otro escenario imponente, la víbora contra el mastín.

Pero todo lo que aproximan las sensaciones lo alejan las estadísticas. El Madrid es el equipo más goleador (25) y menos goleado (7) después de diez jornadas de Liga. El Sevilla, por su parte, ha sumado 19 goles y ha encajado 14, lo que indica su fragilidad defensiva. Hacia esa diana disparará la pareja Raúl-Van Nistelrooy, en estado de compenetración y gracia. Y como el optimismo es ingobernable ya son bastantes los madridistas que apuntan al objetivo de los 107 goles que logró el Madrid de La Quinta (y de Toshack) en 1989. A estas alturas ya se han marcado 25, como entonces en la jornada 10.

En los madridistas se caen de la lista Sneijder y Pepe, lesionado desde el primer partido de Liga y envuelto en el misterio que atrapa de un tiempo a esta parte a los centrales extranjeros del Madrid. El zaguero se reserva para el Olympiacos. Todos parecen tener un muerto en el armario, o un menisco roto, o un músculo rebelde. Más allá de las intrigas, Pepe aparenta ser un magnífico futbolista con recorrido incierto.

Registros.

El Sevilla podrá decir a los que dudan que por 14º mes lidera el ranking mundial de clubes (302 puntos), por delante del Chelsea (274). Nadie conoce con exactitud la asociación de sabios que determina esa clasificación, ni los mecanismos que la rigen, que desprecian el ayer y premian la constancia, según cabe deducir. Sin embargo, no hay liderato que no anime ni piropo que no embellezca.

Es un gran partido entre dos de los mejores equipos de Europa, que en esto es tan grande como el mundo. Es un choque formidable que mide las ganas de volver con las ganas de quedarse.