¿Cómo ha vivido esta semana tan movida que ha acabado de manera feliz para usted?

Ha sido todo muy complicado, pero el sabor de boca último es realmente bueno: ganó el equipo y yo jugué muy bien. Muchas cosas de las que salen publicadas no son verdad, pero yo tengo que dar las respuestas en el campo, trabajando, luchando, y teniendo una dedicación máxima.

¿Qué habló con Schuster a la vuelta de Brasil?

Sólo le dije la verdad, que Baptista y yo llegamos tarde. Infelizmente, no pudimos jugar, pero creo que tengo la confianza de mi entrenador y voy a intentar trabajar mucho para devolverle esa confianza que ha depositado en mí jugando buenos partidos.

Pero, ¿qué pensó al no ir convocado para el partido ante el Espanyol?

En Brasil hubo un problema muy complicado de vuelo, de enlaces. Teníamos la responsabilidad de estar aquí, pero lo que no sabíamos es que teníamos el partido el sábado. Pensábamos que el encuentro era el domingo, no el sábado. En ese caso, con el partido el domingo, habríamos estado bien para jugar. Ha pasado así y esperemos que no vuelva a suceder.

¿Por qué cree que todas las informaciones de la fiesta de Río de Janeiro se centraron en usted?

Fue porque jugué bien. Si Julio hubiera jugado tan bien como yo la gente habría hablado mal de él. Hablaron de mí y de Ronaldinho porque jugamos bien, y en mi caso porque hice una gran jugada. Las cosas que se han escrito no son verdad.

¿Cuál es su versión de lo que sucedió?

Cuando ganamos con Brasil, es costumbre que los jugadores que quieran salgan juntos. Y el que no quiera se va a casa. Ganamos 5-0, salimos y punto. Pero este ya es un tema del pasado.

¿Ha encontrado en Schuster al técnico que mejor le comprende?

Yo espero que sí, que con Schuster pueda jugar a mi máximo nivel. Sé que confía en mi trabajo y me deja jugar de la manera que más me gusta. A ver si este año podemos triunfar juntos y ser campeones de la Liga y la Champions.

¿Se ve en la obligación de pedir perdón?

Por salir, no. Estábamos con la selección y teníamos el vuelo al día siguiente. Si en mi país perdemos, nos vamos a casa. Cuando ganamos todo es diferente. Ahora, por llegar tarde sí que tengo que pedir perdón. Porque tengo una obligación con el club. Ya lo he hablado con el míster.

¿Es verdad que se siente más feliz jugando con Brasil? ¿Qué le falta para ser feliz en el Madrid?

Soy muy feliz en el Madrid, de la misma manera que lo soy en la selección. Además, sé que para ir con la canarinha tengo que jugar muy bien en el Madrid porque la competencia es muy grande.

¿Qué diferencias hay entre lo que le pedía Capello y lo que le pide Schuster?

Capello tenía un estilo distinto, más defensivo. Le gustaba la presión fuerte también de los jugadores que actuaban arriba. A Schuster le gusta el toque, que tengamos paciencia con el balón. Es el estilo que a mí me gusta. Con Capello había veces que volvía mucho para ir a marcar y cuando llegaba arriba en el uno contra uno no tenía tanta fuerza. Con Schuster mi posición es mejor porque no tengo tantas obligaciones y estoy más fresco en el uno contra uno.

¿Por qué no hace las jugadas de la canarinha con el Madrid?

Estoy mejorando y cada partido es una historia. Si las jugadas requieren de mis bicicletas las hago, pero con responsabilidad y mirando siempre a la portería. Y eso lo hago con Brasil y con el Madrid.

¿Fue el del Olympiacos su mejor partido como jugador madridista?

Fue una actuación buena, pero yo no me contento con eso. Estoy feliz, pero tengo que pensar a lo grande. Tengo margen de mejora y espero que el siguiente partido pueda jugarlo igual de bien o mejor.

¿Qué le pareció el Olympiacos? ¿Cómo asimilarán la presión del público en Atenas?

El Olympiacos tiene un gran equipo y grandes jugadores. En su campo será tres veces más difícil ganarles de lo que ha sido en el Bernabéu. En cuanto al público, ya estamos acostumbrados a eso.

¿Cómo ve el grupo?

Complicado ser primeros si pierdes un partido, pero estamos en el buen camino.