'Tarzán' Ramos juega hoy su partido 100

Ala edad de Sergio Ramos (21 años, 6 meses y 20 días), Raúl González ya llevaba 201 partidos oficiales con el Real Madrid. Pero el capitán debutó con 17 añitos y no conviene minimizar el impresionante registro que alcanzará esta noche el lateral-central-mediocentro de Camas en la montaña mágica de Montjuïc. El nuevo Pirri del Bernabéu jugará su partido número 100 con la camiseta blanca, que será el 150 como profesional si añadimos el medio centenar que firmó con la otra zamarra blanca, la de Nervión.

Un centenario feliz, que le llega al '4' en un momento de madurez personal y futbolística, que celebran por igual Schuster y su hermano René, el consejero y ángel de la guarda que ha sabido encauzar la carrera del chaval alejándole del 'lado oscuro', que diría su amigo Iker Casillas.

Ramos aterrizó en Madrid en el turbulento verano de 2005, en el que Florentino hizo una huida hacia adelante preparando el final de los Galácticos tirando de talonario para fichar a Robinho y Baptista (54 millones de euros). Pero Arrigo Sacchi se empeñó en dejar que por una vez se escuchara su voz. Se pasó todo el verano dando la matraca con Ramos: "Presidente, fiche al chaval del Sevilla. Será jugador del Bernabéu para 15 años...". Florentino apuró el plazo hasta el último minuto (23:57 horas del 31 de agosto), pero el cheque de 27 millones de euros llegó a tiempo a la sede de la LFP.

Aprendizaje. El novato del Pizjuán supo arrimarse al árbol más fuerte del vestuario para crecer en un ambiente que le alejara de los peligros del star system. Ese árbol se llama Raúl, su padre deportivo y espejo en el que el andaluz se mira cada mañana en Valdebebas para no cometer errores. Raúl le pidió calma, porque Ramos es un portento de facultades que quedó expuesto en su primera etapa por querer ayudar los agujeros de otros (recuerden el 0-3 con el Barça en la famosa noche de Ronaldinho). Pero se fue Luxemburgo, Capello supo exprimir su poderío en el eje de la zaga junto a Cannavaro y Schuster le ha quitado los grilletes dándole alas en la banda derecha.

"Yo juego donde sea, pero prefiero estar en el lateral porque ahí puedo subir al ataque y llegar al área rival, que es lo que me gusta". Pocos saben que en los juveniles del Sevilla, Ramos jugaba de delantero en busca de las redes rivales. Por eso su sueño utópico es jugar de mediocentro, de Pirri, donde podría hacer valer su buena visión de juego y su pase largo. Y, además, mete goles. Ya lleva 14 en el Real Madrid, cinco más que Baptista. Tremendo. Tarzán pudo con la Bestia...

80 kilos en jamones y chorizos

Sergio Ramos es uno de los cuatro grandes referentes que tiene hoy la afición del Bernabéu, por delante de Guti y muy cerca de Casillas y Raúl. Ayer mismo, la Peña Olaf El Vikingo (Guadalajara) le entregó en Valdebebas su peso, 80 kilos, en embutidos traídos de Atienza. Ramos alucinó: "Es un premio original y estoy muy orgulloso".