Cada vez que se reanuda la Liga después de haber jugado las selecciones nacionales nos queda un pequeño aturdimiento existencial: ¿dónde estamos?, ¿quiénes somos?, ¿de dónde venimos, adónde vamos? Los jugadores brasileños son especialmente proclives a esta afectación amnésica, pero todos, en mayor o menor medida, notamos que el tiempo de selección corre distinto, y hasta podríamos decir que no corre nada. Les sucede a futbolistas, aficionados y señoras con perrito.

Se suele pensar que este reseteamiento mental ataca con más saña a los equipos grandes, como el Madrid, que a la distracción suman cansancio, golpes, cambio de clima y horas de avión. Y es muy cierto. La cantidad de internacionales aumenta los riesgos de que vuelvan magullados y el Madrid no podrá contar con Robben y Heinze, ambos lesionados.

El asunto escuece y se entiende mejor si en lugar de futbolistas imaginamos el préstamo de libros, ropa o coche, lo que cada uno estime más, y suponemos que te lo devuelven roto. En el caso de Robben el problema es más grave porque la suya no parece una anatomía que resista muchos baches.

El Espanyol no ha tenido estos problemas, pero la irrupción internacional de sus jugadores compensa, en cierta medida, golpes, cansancio y horas de avión. Curiosamente (o no), habrá más jugadores de la Selección española en el once local (Luis García, Riera y Tamudo) que en el visitante (Casillas y Ramos), lo que nos da una pista del gran momento del equipo anfitrión, que ha arrancado como en los mejores tiempos de Camacho en el banquillo.

Las conexiones con el Madrid son casi infinitas, y no hablo de las coincidencias espirituales. Valdo y Luis García, dos ex madridistas, jugarán de inicio. Y eso significa revancha. Tamudo, ídolo de ambas aficiones (y nombre del periquito blanco y azul de Roncero), atacará esta vez a quien salvó la pasada temporada. Y eso implica confusión.

Añadan a eso la zurda elegancia de Riera y un doble pivote de resonancias flamenco-bíblicas: Lola y Moisés. Para completar la alegría en vísperas del Espanyol hay que consignar el regreso a la convocatoria de Iván de la Peña, que vuelve después de cuatro meses lesionado.

En el Madrid, el retraso de Robinho y Baptista ha marcado las horas previas al partido. Debían aterrizar en la capital a las 10:30 horas y lo hicieron a las 16:00, lo que les impidió entrenarse. Ninguno de los dos entró en la convocatoria, pero el asunto ha seguido coleando, ya que se acompaña, en el caso de Robinho, de un rumor de noche loca. Y eso desata las fabulaciones. Hay quien asegura que el muchacho solicitó 40 preservativos, lo que pensado fríamente descarta el sexo y sugiere guerra de globos.

Pero hace tiempo que Schuster no está para bromas. Además, tampoco creo que le incomode sustituir el espumoso ingenio de Robinho por el recio talento de Higuaín. El argentino, aunque desubicado (se moverá por la derecha), nunca está fuera de lugar. Por la izquierda jugará Sneijder, que podría ser reemplazado antes o después por Drenthe si acusa el cansancio de su último partido internacional. En punta, Isabel y Fernando. Es decir, Raúl y Van Nistelrooy. No descarten que el capitán quiera dar su opinión sobre el campo al respecto de los últimos avatares de la Selección española.

En el centro de la defensa volverá Metzelder, que será pareja de Cannavaro. Pepe, aquel central de los 30 millones, sigue recuperándose de sus problemas físicos y no hay fecha de regreso. Al Madrid le persigue una cara maldición, aunque habrá malvados que piensen que pasar un reconocimiento médico en este club es más fácil que sacarse el carnet de conducir en Cuenca. La gente es mala.

Jugar mejor. La posición del Espanyol en la tabla, quinto a seis puntos del liderato, eleva la condición del partido, que es de campanillas, por los respectivos momentos y por el hambre que tenemos de fútbol sin drama nacional. Sería bueno que el Madrid, además de luchar por conservar el primer puesto, mejorara las sensaciones de los últimos encuentros, ganados con más achaques que florituras. No obstante, Valverde teme ese estilo parsimonioso, que no se molesta por el dominio ajeno, pero que deriva en contragolpes mortíferos.

Es un gran encuentro porque no lo enturbian las cuentas pendientes ni las viejas enemistades; sólo lo anima el feroz deseo de ser mejor que tu pariente lejano.

Segundo viaje de los jugadores en el avión 'La Saeta'

El de ayer fue el segundo desplazamiento que la expedición del Real Madrid realizó en su avión privado, que no nuevo, La Saeta. El viaje no tuvo contratiempo alguno. Estuvo encabezado por Ramón Calderón, Mijatovic y Carlos Bucero. Sólo quedaron 10 plazas libres en la nave. Los jugadores del Madrid fueron muy bien recibidos en Barcelona. En el hotel Juan Carlos I había unas 100 personas que aclamaron a los futbolistas.