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Fútbol femenino | Quinta jornada

El Espanyol pierde gas y se olvida de ganar

Ya acumula cinco puntos menos que hace un año

Actualizado a

Sufridor como pocos, el Espanyol acostumbra a compaginar grandes euforias con tremendas decepciones. Y ahora que tres pericos triunfan con la Selección española, la cruz de la moneda la conforma su equipo femenino, que en las dos anteriores temporadas se había convertido acaso en el mejor embajador de la entidad.

El actual subcampeón de Superliga y Copa de la Reina (y vencedor de ambos títulos en la campaña 2005-06) malvive en la zona media de la clasificación, con siete puntos después de cinco jornadas, a seis del liderato. Hace justo un año acumulaba 12, pero lo más inquietante es la pérdida de sus señas de identidad por lo que respecta al juego colectivo.

El deslizamiento arrancó a tres jornadas del final de la Superliga última. El Espanyol era líder, pero los tribunales dieron al Athletic tres puntos que había perdido por alineación indebida en Puebla. Las jugadoras blanquiazules acusaron psicológicamente el golpe, y en la última fecha perdieron en casa el título ante el Rayo Vallecano. Lo mismo sucedería contra el Levante en la final de Copa, y la situación se agravaría semanas más tarde, cuando el club decidió no renovar al entrenador, Santi Fernández.

Su sustituto, Emilio Montiagut (que fue ayudante de Paco Flores en Espanyol, Zaragoza y Almería) encontró enseguida el apoyo del vestuario, y se reforzó con el preparador físico del equipo masculino, Ramón Català, y con un ilustre como Mauricio Pochettino. Pero los resultados no acompañan.

Según fuentes del propio club, el femenino españolista está atravesando por un preocupante bajón físico en este arranque liguero, acompañado por un déficit de "mano dura" dentro del vestuario en momentos en los que ha sido necesaria. Aunque todavía nada está perdido.

Continúa el bloque ganador

Una de las incertidumbres de este mediocre arranque radica en que la plantilla del Espanyol apenas ha sufrido cambios, pues Raquel Cabezón fue una de las pocas bajas en verano y, sin embargo, llegaron jugadoras como Nuria Guardia, que había sido campeona del Scudetto con el Torino. Pero en toda la temporada pasada sólo perdió tres partidos, y este año ya lleva dos derrotas, tantas como victorias. Y ha disminuido tanto el potencial ofensivo (dos goles menos a favor) como el defensivo (cinco más en contra).