Desde que llegara al Atlético, el sueño de Javier Aguirre ha sido completar un sistema de rotaciones como el que utilizó exitosamente en Osasuna. Durante la temporada pasada el objetivo no se pudo cumplir porque la cantidad de efectivos no se lo permitió y porque la diferencia de nivel entre los mismos repercutía en el rendimiento del equipo. El propio Aguirre confirmó la temporada pasada que en Osasuna utilizó las rotaciones "porque entre un jugador y otro no había una gran diferencia".

Este año, por fin, está pudiendo llevar a cabo también esa política y ya está cosechando frutos. De momento, a estas alturas ya ha utilizado 20 jugadores, dos más que la campaña pasada. Y eso a pesar de que, hace justo un año, Maxi caía lesionado para varios meses y Aguirre tuvo que buscar sustitutos. Al terminar la temporada el técnico pidió una plantilla profunda con dos objetivos: elevar la calidad y, sobre todo, fomentar la competencia.

Los resultados se aprecian ya en la sexta jornada en jugadores concretos. La presencia de Zé Castro y Eller ha hecho que Pablo y Perea recuperen a marchas forzadas el nivel que exhibieron hace dos años. Reyes, quien confesó que cuando llegó esperaba poder jugar más minutos, está comprometido al cien por cien y se ha vaciado como titular los últimos dos partidos de Liga demostrando una mayor implicación cuando el equipo no tiene el balón. En banda es precisamente donde se nota esa frescura. Maxi, Simao y el recuperado Luis García compiten cada semana con el utrerano para dos puestos.

Intocables. Maniche y Pablo son los dos únicos jugadores que han disputado todos los minutos en la Liga. Además, sólo Valera, que sale de una lesión, Cléber Santana y Falcón son los únicos inscritos que no se han estrenado. El brasileño ha tenido minutos en Europa, pero aún no ha jugado en la competición doméstica. En el último partido se estrenaron Abbiati, Jurado, Eller y Antonio López.