Deco conduce una apisonadora

Primera | Barcelona 4 - Zaragoza 1

Deco conduce una apisonadora

Deco conduce una apisonadora

Otro 'doblete' de Messi ante un dócil Zaragoza. El Camp Nou vibró y coreó el nombre de Ronaldinho

Faltan unos dos años para que empiecen las obras de remodelación del Camp Nou, pero anoche se puso en marcha una apisonadora. Deco se encargó de dotarla de gasolina súper de 98 octanos, Touré manipuló el freno por si la máquina se desbocaba, Iniesta allanó el camino para abrirle paso y Leo Messi -quién si no- apretó el pedal del acelerador, sin importarle demasiado lo que dejaba bajo el rodillo. La apisonadora blaugrana dejó sobre el césped la silueta achatada de un Zaragoza que quedó como el Coyote en sus patéticas persecuciones tras el Correcaminos. El 4-1 al descanso fue el resumen del vendaval que asoló el área de César.

Tan bien se lo pasó el público que se dedicó a corear varios nombres (Messi, Deco, Iniesta), y para paliar su sentimiento de culpa recordó a Ronaldinho, ausente por lesión. La pregunta es quién, si juegan como ayer, irá al banquillo cuando vuelva el brasileño.

Avalancha.

Messi, empeñado en disputarle a Kaká el Balón de Oro, inclinó el campo desde el arranque. A los tres minutos se coló entre tres y su zurdazo se fue desviado. A los cinco marcó el primero, tras una pared con Henry. Huérfano de Ayala, lesionado, el Zaragoza pagó la ronda. Ni Sergio ni Pavón lograron poner orden, ni Luccin delante de ellos, mientras por la izquierda Juanfran y Matuzalem sufrieron al desaforado Messi.

Un tiro al poste de Diego Milito y un golazo de Zapater supusieron el espejismo de una reacción zaragocista. Limitado Aimar por la vigilancia de Touré, a duras penas pudo el equipo de Víctor oponer resistencia a la furia culé. Messi hizo el 2-1, Iniesta firmó el tercero y Márquez cabeceó a placer, sin vigilancia, el 4-1 tras un paradón de César tras un libre directo de Deco.

La segunda parte fue más dura, pero no menos divertida. Volvió el gran Barça. Habrá que ver si para quedarse.