El pronóstico es, aparentemente, muy sencillo. El Madrid es líder invicto y recibe en el Bernabéu a un Betis que todavía no ha ganado un partido en la Liga; peor aún: que viene de perder en casa. Si a eso le añadimos que uno es campeón y que el otro sufrió para no descender, bien podríamos concluir que esta noche no hace falta mirar. Sin embargo, el estadio estará casi lleno. Por el espectáculo podrán decir. Por Sneijder. Y por algo más, digo yo: por la duda.

No es sólo que toda certeza anuncie una sorpresa. Es también que el rival merece una probabilidad. Hoy juega el Betis, que es centenario y otras cien cosas más. Hoy viene un equipo histórico que, como todos los que lo son, viste una camiseta que estruja y aprieta. No importa quién juegue ni su racha en el bingo: es el Betis. Ya lo demostró la pasada temporada cuando, en similares condiciones de penuria, eliminó al Madrid de la Copa.

Schuster continúa con su política de las rotaciones. Y digo política porque intenta modificar sin ofender. Raúl, por ejemplo, no rota. Según explicó ayer el técnico porque Raúl "está perfecto". El argumento se acepta pero no se entiende. La rotación debería tener como objeto dar descanso, independientemente del grado de inspiración. Es cierto que Raúl está en forma, pero la mejor manera de que lo siga estando es dosificarle los esfuerzos. Y lo mismo vale para Van Nistelrooy y los otros.

El caso es que Schuster dejó ayer fuera de la convocatoria a Drenthe y Salgado. Con Pepe y Metzelder lesionados, parece que el entrenador mantendrá a Sergio Ramos como central. Resulta más difícil saber si apostará en el lateral derecho por Torres, que entró en su primera lista. Sería bueno que el chico tuviera una oportunidad, ya que parece excesivo que haya pagado él solito todos los problemas de la pretemporada. Heinze de central (su puesto) y Ramos de lateral sería otra posibilidad táctica.

Van Nistelrooy, que sufre molestias y ayer no se entrenó, podría ser sustituido por Saviola, que es un hobbit con anillo. Sneijder regresa al once y se le calculan dos goles o más.

Milagro.

Respecto a la alineación del Betis, mejor sobre el papel que a la carrera. De momento. Y este asunto se repite desde hace años. No hay mal equipo, ni pocos nombres (Sobis, Edu, Odonkor...). Pero cuesta arrancar y creer. Y hoy es buena noche, porque un grupo falto de fe necesita milagros así, esplendorosos.

No obstante, el Almería y el Valladolid ya descubrieron una grieta en el Madrid. Esa pista debería seguir el Betis, orden y velocidad, balón y rezar.

Es fácil que Cúper, que fue defensa central en Ferro Carril Oeste, tenga un plan. Su apellido, además, evoca un origen (Cooper) que le hace apto para afrontar el peligro en solitario. Lo tiene todo en contra. El pronóstico es evidente. Pero conviene mirar. Por la duda.