Tamudo fulminó la épica

Primera | Sevilla 2 - Espanyol 3

Tamudo fulminó la épica

Tamudo fulminó la épica

morenatti

El Sevilla tuvo multitud de ocasiones para remontar

El Espanyol pescó una victoria en un partido loco, entre las exageradas dudas del Sevilla mostradas en la primera parte y el huracán ofensivo que arrasó en el segundo periodo. Por pasión, corazón y ocasiones, el Sevilla tuvo que embolsarse el triunfo pero.. el fútbol no es sólo almas desatadas, enloquecimiento general y ataques suicidas. La frialdad del Espanyol, que supo aguantar pacientemente, su efectividad y su doble golpe inicial tuvo recompensa. Los de Juande rozaron la épica, con unos segundos 45 minutos ma-ra-vi-llo-sos, pero se estrellaron con su ineficacia. El espectáculo, la casta y el orgullo profesional lo puso el Sevilla; la sentencia la firmó el Espanyol.

Los errores acumulados hasta la irrupción volcánica fueron definitivos. Las dudas cosechadas ante Arsenal y Barça se disparaban y el Sevilla, ante un rival más modesto, debía ponerse de nuevo en órbita. Con esa intención salió. La gente de Valverde asumía su rol, le daba los galones al contrario y arrancaba agazapado. Moisés y Ángel se colocaban un pasito por delante de la línea de cuatro para cerrar espacios y darle tiempo al partido. El Sevilla salió enchufado y construyó con un par de sociedades interesantes. Alves y Renato se entendían para tocar el área y Maresca se lucía con un pase dirigido que Kerzhakov desperdició. El ruso estuvo con las ideas nubladas.

El minuto 16, un día más, provocó el silencio en el Sánchez Pizjuán y apuntó el declive local. Luis García se dio cuenta de la incertidumbre que se han instalado en el centro de la defensa sevillana y buscó con decisión las espaldas del inseguro Mosquera. Ángel aprovechó ese espanto defensivo para asestar el primer golpe. Riera y Luis García se encontraban a gusto. El Sevilla sólo encontraba la esperanza a través de Navas y el renacido Alves. La cosa pintaba muy mal. El desastre hizo que Juande se decidiera a salir con todo tras el descanso y manejó con excelencia el desmadre. Tiró de Koné y Capel y situó a Maresca de central. El riesgo hizo daño. Riera dejó atrás a Maresca en la carrera y Luis García sumó el segundo.

Con la puñalada en el cuerpo, el Sevilla se acordó de su fútbol, y se levantó con rabia para ofrecer una media hora espectacular. No intentarlo hubiese sido más dañino que la derrota. Kanouté se unía al ataque. Jarque hizo el primero en propia puerta y Koné, pura raza y músculo, empataba. Nervión explotaba con la épica de su equipo, soñando con una remontada que pudo llegar a través de Navas, Alves, Escudé, Kanouté, Kerzhakov... El Espanyol resistió. Tamudo se coló entre el miedo a perder y una defensa de circunstancias (Renato-Keita) para fulminar la épica. Un bonito partido que se llevó el más eficaz.