Acaba de eludir un mal trago y busca la confirmación. Este es el denominador común de Athletic y Atlético de Madrid. La necesidad de enlazar al triunfo del pasado domingo otro buen resultado a fin de despejar las dudas que su rendimiento pudiera despertar y, de hecho, despierta. La sensación de urgencia es más llamativa en el caso del segundo y responde a una realidad: con apenas un mes de Liga Javier Aguirre ha conocido la picota. En Bilbao, Joaquín Caparrós juega con más margen, el que le concede el recién superado bienio negro, una referencia que abre una expectativa generosa entre la afición. Nadie quiere pensar en un tránsito de Guatemala a Guatepeor porque ello equivaldría a descender, así que se espera a que los siete fichajes y el aire llegado del filial sean suficientes para instalarse en mitad de tabla.

Autoestima. El Athletic se deshizo del colista con más pena que gloria, mientras que el Atlético goleó a un Racing triste. Resultados para alimentar la autoestima y presentarse esta noche en San Mamés con semblante aparente. El partido se antoja interesante porque sobran argumentos para esperar que se rompa por cualquier lado. Está el formidable potencial ofensivo colchonero, con Agüero y Forlán de cabezas de cartel, pero está también la fragilidad de una estructura incapaz de ofrecer fiabilidad, con una media que deja a su suerte a una zaga sin empaque.

Está el espíritu que Caparrós insufla a los suyos para las tareas sin balón y está una pegada muy escasa. Está asimismo la obligatoriedad de un anfitrión que no puede permitirse seguir acordando empates porque está demostrado que es en casa donde se establece el signo del curso, y ya lleva dos, Osasuna y Zaragoza.

En el Atlético no se prevén novedades, quizás Simao en lugar de Maxi, puesto que Aguirre pretende un colchón que rebaje la presión a la que se ve sometido y sus titulares están perfectamente identificados.

En el Athletic, la presencia de Muñoz al lado de Javi Martínez y la vuelta de Etxeberria para ganar en mordiente arriba. El capitán, fresquito tras quedar inédito en el Ciutat de Valencia, en el lugar de un Llorente que viviría así un capítulo más en su particular odisea por dejar de amagar y convertirse en el futbolista esperado.

El Athletic no se resigna a la baja de Amorebieta

Competición desestimó ayer las alegaciones presentadas por el Athletic para que le sea retirada la tarjeta roja a Fernando Amorebieta, pero el club confía en que Apelación, que se reúne en la mañana de hoy, atienda su recurso. En último caso, si tampoco prosperase la iniciativa de Ibaigane en este segundo estamento, siempre queda la posibilidad de que Apelación opte por conceder la suspensión cautelar, habida cuenta de que la jornada a la que afecta su decisión ya está en marcha y no hay tiempo material para apurar la opción de reclamar ante el CEDD. Así, aunque Caparrós ya ha previsto que Ustaritz forme con Ocio, cabe que un rato antes del partido, se conozca que Amorebieta está disponible.