Hace tiempo que Jordi Roche (Girona, 16-09-74) está trabajando con su equipo para que la Selecció pueda jugar el amistoso que en principio estaba programado para el día 14 de octubre ante EEUU. Lo ha ideado, le ha dado forma y lo ha peleado como pocas cosas. Es un ganador nato. Pero cuando tenía que recibir el apoyo institucional, se encontró con la negativa de todos los que debían arrimar el hombro.

Sus relaciones con Joan Laporta nunca fueron buenas. El máximo dirigente azulgrana quería que Roche bailara a su son, pero el gerundense nunca aceptó su invitación. Además, las relaciones entre el presidente de la Catalana y Sandro Rosell son excelentes. Ellos sí que conectaron desde el primer momento, algo que Laporta nunca supo digerir.

Pero hay más. Angel María Villar también sabe del potencial del Roche. Conoce el presidente de la FEF que el catalán es peligroso y que peleará por lograr el cambio que tanto necesita nuestro fútbol. Renunció Roche a ser miembro de la Comisión Delegada por tres veces y la FCF no tiene directivos en las reuniones de Las Rozas. La batalla no ha hecho más que comenzar.