Un viaje de Champions en medio de la angustia

Liga de Campeones | Sevilla

Un viaje de Champions en medio de la angustia

Un viaje de Champions en medio de la angustia

morenatti

El Sevilla llevaba muchos años soñando con un viaje de Champions. Ayer hizo el primero, pero fue toda una pesadilla.

En los últimos dos años, los viajes con el Sevilla se habían convertido en auténticas romerías. Nada más despegar, el jamón, la caña de lomo, el queso y el buen vino corría por el pasillo del avión entre los aficionados que acompañaban al equipo. La historia de ayer era muy distinta. Por una causa y otra, con más o menos relación, todos los que se subieron al vuelo han tenido algún contacto con Puerta. Y en el ambiente se mascaba la preocupación. Durante algo más de tres horas que duró el trayecto, no se escuchó ni una sola voz y fueron muy pocos los que se levantaron de sus asientos. "Esto es algo que no tendría que pasar. Desgraciadamente, pertenece a la vida", indicaba Maresca, uno de los jugadores a los que la tristeza se le detectaba en la cara. "Nada más", salía disparado para no tener que hablar más del asunto. "Está muy grave. Hay que rezar", comentaba Monchi. La mayoría de los sevillistas prefería evitar la conversación para no darle más vueltas al drama en sus cabezas. La mejoría que Puerta pareció mostrar la noche anterior regó al grupo de cierta calma. Pero todo viró radicalmente al llegar a Atenas.

El equipo aterrizó en tierras griegas cerca de la una de la tarde. Nada más abandonar el avión, todos encendieron los teléfonos móviles para conocer con detalles las últimas informaciones de los doctores. Curiosa fue la imagen del médico del club, Adolfo Muñoz, explicándole a Del Nido y Juande cómo se encontraba el jugador después del último parte. Media hora antes, los médicos que lo tratan en el Hospital valoraron la situación crítica por la que atraviesa. Los sevillistas no tardaron en recibir las noticias. Fue entonces cuando el clima de tensión creció considerablemente. La corriente de optimismo se diluyó por completo y el abatimiento se apoderó de todos. Javi Navarro no se separó del teléfono y a jugadores como o Maresca Martí se les cambió el rostro al conocer el parte. Del Nido, muy preocupado, hizo un aparte con Juande para valorar la situación. Monchi, acompañado por su hijo y un amigo personal, mostraba síntomas de abatimiento. Alfaro, cuando le preguntabas, se limitaba a mirar hacia el cielo. El viaje fue una pesadilla. Todos andaban mirando hacia el suelo. Para el Sevilla, el fútbol sobra en estos momentos.