Este era el momento que andaban esperando Los Ángeles Galaxy, sus patrocinadores, Don Garber (Comisionado de la Liga norteamericana), sus fans impacientes, Posh, Cruise, Katie Holmes y todos aquellos que aún apuestan algún dólar por el sufrido y minoritario 'soccer' norteamericano: Beckham mirando fijamente la pelota, a punto de lanzar un friqui, con el lugar y la distancia perfectos para buscar la red. Y Becks no decepcionó. En el minuto 27, mediante ese elegante 'swing' que dibuja siempre su pierna derecha, David mandó a la escuadra de falta su primer gol oficial en Hollywood, y colocó a los Galaxy en el camino de la victoria ante el D. C. United y el de la final de la Superliga: un torneo de relleno, eso sí, que disputan cuatro equipos norteamericanos y cuatro mexicanos. Uno de esos aztecas, el Pachuca, se jugará el título con los californianos el 29 de agosto.
Brazalete y asistencia.
"Noche galáctica, noche de hadas, noche de Hollywood", tituló extasiado La Opinión, el diario más futbolero de California, escrito y dirigido a los castellano-parlantes, que son los verdaderos y casi únicos amantes del 'soccer' en ésta y la mayoría de los lugares de toda Norteamérica. Para el periódico, Beckham "escribió" un guión perfecto, en el cual su labor como protagonista incluía anotar, servir un pase (a Landon Donovan) de gol y tener la responsabilidad de capitanear el equipo. Aunque debutó hace apenas unos días, el márketing (y Lalas, el controvertido presidente de los Galaxy, bien que lo sabe) ha obligado a que David le robara a Donovan el brazalete y luego se disculpase sobre el mismo campo mandándole, poco después del descanso, un gran pase que sentenció el encuentro con el 2-0 final. En realidad, el inglés tenía previsto jugar sólo medio tiempo, pero las sensaciones eran buenas hasta que al cuarto de hora de la reanudación un zaguero rival se cebó con ese tobillo izquierdo que le trae por la calle de la amargura. El dolor hizo que fuera sustituido en el 63'.
"Todo el mundo aguardaba ese lanzamiento de falta", revelaba luego el entrenador del equipo californiano, Frank Yallop: "Ahora sentimos que Beckham es parte de nosotros. Marcar un tanto el día que estrenaba capitanía es un comienzo de ensueño para él". "Siempre dije que la gente debía ser paciente conmigo", confirmó el futbolista inglés: "Es un día grande. Me siento feliz por haber estado más de una hora sobre el campo".
Sólo dos borrones en la ceremonia: una, que recibió una tarjeta amarilla; y dos, que apenas acudieron al Home Depot Center de California 17.200 espectadores, algo más de media entrada. Acostumbrado a llenar en sus apariciones (y también en sus espantadas; no jugó por lesión dos encuentros) anteriores, la cifra decepcionó a los que hacen el agosto con su atractiva y rubia figura. Pero este gol de falta resucitará la pasión. Ya todos gritan, también en EE UU: "Go, Becks".
