Ciutat de Luis García

Trofeo Ciutat de Barcelona | Espanyol 3 - Olympiacos 2

Ciutat de Luis García

Ciutat de Luis García

carlos mira

Provocó el primero y marcó dos más para el triunfo

Los partidos se ganan de maneras muy diversas. A veces basta con tocar y aprovechar los espacios. En ciertas ocasiones se trata de arremangarse y trabajar más que el adversario, incluso con los tobillos en el fango. Y de vez en cuando resulta suficiente la inspiración de un jugador, dos toques de clase, obviamente con la colaboración de todo el colectivo. El Espanyol se llevó anoche el trofeo Ciutat de Barcelona, su trofeo, basado en un buen partido de conjunto, pero gracias a tres detalles de Luis García, que luchó por un balón que parecía imposible y propició el 1-0, y después marcó un par de goles de falta que si los hiciera un brasileño ya habría quien estaría preparando un DVD.

Tras varios años de sopor, contra equipos italianos que jugaron a eso, a ser italianos, Montjuïc recibió como una bendición la visita del campeón griego. El Olympiacos, salpicado de rostros conocidos para el aficionado español, salió del vestuario dispuesto a contribuir con su juego a que el público se lo pasara bien. Con Julio César, aquel central brasileño que fichó por el Real Madrid cuando no tenía edad ni para conducir; con Raúl Bravo, otro ex madridista, lateral en la pasada Eurocopa; con el Hueso Galletti, un argentino currante del Zaragoza de hace unos años; y con Darko Kovacevic, ex delantero realista (acaso sólo "ex delantero"). Como una ONU vestida con calzones cortos, el conjunto griego presionó, intentó llegar hasta Kameni -ayer titular- y se llevó un par de goles antes del descanso, el primero por gentileza del visitante.

Julio César hizo un mal control de un peor pase del portero Butina, presionado por Luis García perdió la pelota, que recogió Coro para driblar a un defensa y pasar a Tamudo, que esperaba solo para marcar.

Quinto y sexto.

Luis García, muy activo en el frente de ataque, sumó poco después su quinto gol en la pretemporada, con un excelente lanzamiento de una falta directa. Bien asentado atrás, el Espanyol lanzó cuanto pudo a Clemente y algo menos a Zabaleta, seguro de la efectividad de Ángel y Lola en la contención y los relevos, para confiar -cómo no- en el Dúo Sacapuntos arriba, secundados por los estiletes de Coro y Riera.

Cuando un error de Kameni propició el tanto de Djordjevic hubo algún uyuyuy, pero Luis García se encargó después de marcar otro libre directo, letal, el sexto de su cuenta veraniega. El 3-2, otro despiste defensivo, no inquiet quedaba poco.

Si es cierto lo que anunció Valverde, que el equipo de anoche es lo más parecido a lo que se verá en el debut liguero, el perico tiene motivos para seguir creyendo, para volver al Olímpic con ánimo redoblado. El Espanyol funciona. Y gana. Buenas noticias.