David López e Iñaki Muñoz han cambiado Osasuna por el Athletic. Resulta curioso cómo se lo han tomado algunos en Pamplona. El primero dejó seis millones en las arcas rojillas y ha sido maltratado en su salida. El pamplonica se fue gratis y por la puerta grande, la que merecían ambos. Ninguno de ellos entiende por qué se ha enconado tanto la rivalidad entre los clubes. El caso es que han decidido dar un impulso a su carrera en un Athletic al que quieren devolver a la posición que merece por historia.
AS paseó antes de la comida con ellos por Covaleda, donde firmaron autógrafos y dieron unos toques a un balón de un niño. Tienen hambre de vestir la camiseta rojiblanca, que estrenarán oficialmente en San Mamés ante su ex equipo, con el que precisamente hicieron dos de los tres goles rojillos a un Athletic que flirteaba con el descenso. David López, que tiene el colmillo afilado, dice: "A ver si volvemos a marcar ese día". Sin equivocarse de portería, claro. "No termino de entender por qué soy el malo de la película. Tanto Osasuna como yo hemos salido beneficiados del traspaso. Tomé la decisión de salir de allí y dejé seis millones", comenta el riojano con disgusto.
A Muñoz, que desechó la oportunidad que le dio Ziganda in extremis de quedarse un año más, el cuerpo le pedía dar un impulso a su carrera en otro club. Qué mejor que el Athletic, donde coincide con un puñado de ex rojillos, Aitor Ocio, Unai Expósito, Tiko, Javi Martínez y quién sabe si Ezquerro. Han tenido la suerte de vivir los dos mejores años de la historia de Osasuna, con la final de Copa, el cuarto puesto que les dio acceso a la previa de la Champions... Justo los del bienio negro del Athletic. "Pasamos de Osasuna a otro gran club, donde vamos a defender a muerte sus intereses", explica un reflexivo Muñoz, consciente de que las relaciones entre ambas entidades "han ido empeorando". "A mí me ha llamado la historia del Athletic, un gran club. Tiene mucha repercusión y aficionados por toda España. Voy a intentar subirle al nivel que merece. El proyecto que se está haciendo es muy ilusionante y ambicioso", comenta David López, quizás el fichaje más esperado. Su compañero asiente con la cabeza cuando se habla de la confección de la plantilla, aún sin rematar.
Se sienten como en casa. Muñoz preguntó a sus conocidos por la forma de trabajar en el Athletic, aunque al final va descubriendo los métodos por sí mismo. David López, que fue fichado antes de las elecciones, ha tirado su buena relación con Unai Expósito y Carlos Gurpegi. Aunque se presentarán en La Catedral con la pelota en los pies contra la Fiorentina, el debut en el derby no pasa por alto. "Pensé que era una casualidad debutar contra Osasuna", de cuya actualidad está muy al día. "Me hace ilusión empezar así", destaca. Muñoz, quizás por aquello de haber sido rojillo durante toda una vida, es más diplomático. "Nos vamos a enfrentar en la temporada a todos los equipos", se limita a decir el centrocampista, a quien jugar en Bilbao se le ha dado especialmente bien.
Ambos están encantados con la forma de trabajar de Caparrós, aunque las triples sesiones, novedosas para ellos, les dejen molidos. "Me gusta todo. Su forma de trabajar, la idea de meter intensidad, exigir al jugador que se deje la piel. Es un tipo ambicioso, se nota que es ganador", destaca David López. "Es muy exigente, el equipo va a tener actitud y nos va a venir fenomenal al juego del equipo", remata su compañero Iñaki Muñoz.
Optimismo.
Muñoz irradia optimismo, aunque avisa de que "cada vez hay más igualdad en la Liga". "Los equipos se refuerzan muy bien. Quitando Real Madrid, Barcelona, Valencia y Sevilla, los demás estamos en un pañuelo. Es complicado estar arriba, pero lo vamos a dar todo para que la afición del Athletic olvide los últimos apuros", comenta.
El tándem que llegó del equipo rojillo trae la cabeza limpia a Bilbao, algo que sin duda beneficiará ahora mismo al equipo. Les brillan los ojos, tienen la misma ilusión del cadete Iker Muniain. Empiezan una nueva etapa en el fútbol con diferentes metas.
