Desde que Hierro abandonase la disciplina blanca, en junio de 2003, el Madrid no ha conseguido encontrar un central que diese un rendimiento parecido al del malagueño. En su búsqueda, durante estos cuatro años por esa posición han desfilado seis jugadores, pagando por ellos un total de 111,6 millones de euros. Por ahora, solamente Sergio Ramos ha dado la talla.

Los primeros en llegar fueron Samuel y Woodgate. Del argentino se esperaba mucho, pero no llegó a cuajar y tuvo que hacer las maletas tras su primer año. El inglés, por su parte, llegó lesionado y durante los años que permaneció en el club blanco no consiguió recuperarse por completo, hasta que la temporada pasada regresó a la Premier.

Al año siguiente llegó el que, sin duda, ha sido el mejor acierto del Madrid en estos últimos años, Sergio Ramos. El andaluz ha dado un rendimiento espectacular y su progresión va en aumento. El siguiente en llegar fue Cannavaro, pero la temporada del italiano fue más de sombras que de luces.

Este año ha intentado reforzar esa posición con los fichajes de Metzelder y Pepe, dos jugadores que llegan al Bernabéu con la perspectiva de triunfar y dejar de lado la maldición que asola a los centrales blancos desde la marcha de Hierro. Además, ayer se cerró la contratación de un central de futuro que jugará en el Castilla, el alemán Christopher Schorch.