La Liga no es cosa de dos, pero esos dos siguen siendo los máximos animadores de la fiesta futbolística. Xavi Hernández recordó ayer que "por lógica y por historia" su equipo, el Barcelona, y el Real Madrid estarán "luchando" para conseguir el título. Y aunque el canterano del Barça fue políticamente correcto al recordar que "no hay que olvidarse del Sevilla, que ya hizo una gran temporada el año pasado", lo cierto es que su mirada estará más puesta que nunca, si cabe, en el Bernabéu.

Porque Xavi es el amigo que Javier Saviola, ahora flamante madridista, dejó en el Camp Nou. De Xavi fueron los primeros consuelos para el Pibito cuando perdió a su padre, muerto sin poderle ver debutar con el Barça, y los consejos y la compañía en sus comienzos conflictivos (Joan Gaspart, Louis van Gaal y tal) como delantero blaugrana. "Me queda un sabor agridulce de su fichaje por el Madrid, porque es un amigo íntimo que ahora jugará con el rival. Le deseo lo mejor como persona, pero no en lo que haga colectivamente", dijo Xavi respecto de Saviola.

Tras la segunda jornada de trabajo con el nuevo Barça, el tercer capitán de la plantilla mostró su confianza en volver a andar por la senda del triunfo. "Aspiramos a conseguir todos los títulos y no podemos fallar", fue su mensaje para los aficionados, que aprovecharon en buen número el domingo vacacional para seguir la sesión matinal. Para que se cumpla el objetivo, Xavi considera que los jugadores deben "trabajar y ser humildes", si bien cree que el Barça "tiene un gran equipo y la plantilla más completa que he tenido desde que juego aquí, desde el punto de vista del talento".

El póker. El centrocampista, que afronta su novena temporada con la primera plantilla, no pudo evitar referirse a la conveniencia o no de que se alineen juntos los cuatros cracks del ataque, Messi, Etoo, Ronaldinho y Henry: "Dependerá del partido y de si jugamos en casa o no".