Los otros cinco alemanes que jugaron en el Madrid

Los otros cinco alemanes que jugaron en el Madrid

Netzer: Bernabéu se enamoró de él

El presidente Santiago Bernabéu se enamoró de su juego cerebral en la Eurocopa de 1972, de su técnica precisa y de su esplendida visión de juego. Una temporada más tarde, el rubio centrocampista dio el salto al Real Madrid procedente del Moenchengladbach. Precisamente, del conjunto alemán también llegaron a la Liga española Simonsen, Jensen y Stielike, que recaló en el equipo blanco más tarde. Estuvo en el Madrid de 1973 a 1976, disputó 100 encuentros con el conjunto madrileño y consiguió 13 goles. Ha sido el único de los alemanes que han recalado en el Madrid que no consiguió ningún título en su primera temporada. Ya en la segunda campaña ganó la Liga. El segundo campeonato liguero lo consiguió en la campaña 75-76.

Breitner: 'todocampista' con potencia

Fue la respuesta de Bernabéu a la irrupción de Cruyff en el Barcelona. El presidente le preguntó a la plantilla qué jugador del Mundial de Alemania (74) les había gustado más. Los futbolistas dijeron que el holandés pero, al haberlo fichado el Barça, finalmente se decantaron por el centrocampista alemán, que ganó el Mundial disputado en su país. Después de la cita mundialista recaló en el Madrid, procedente del Bayern Múnich, donde estuvo hasta 1977. Con la camiseta blanca disputó cien partidos, consiguió 10 goles y ganó dos títulos: las Ligas de 1975 y 1976. Fue un centrocampista con muchísima potencia y un espectacular disparo desde fuera del área. Un todocampista que llegó a ser Balón de Plata y estar en el Onze de Oro en 1981.

Stielike: el alemán con más títulos

Ha sido el alemán que más tiempo ha militado en el Madrid. Llegó en la temporada 1977 y estuvo hasta la campaña 1985. El conjunto blanco venía de hacer uno de sus peores años. Terminó en la 76-77 noveno en Liga, eliminado en los octavos de la Copa de Europa y también cayó en la tercera ronda de la Copa. Bernabéu decidió dar un giro a la plantilla y fichó a Stielike, Wolff y Juanito. Desde ese momento, el Madrid resurgió y ganó la Liga en la 77-78. Stielike jugó 338 partidos de blanco y marcó 51 goles. Además, logró siete títulos: tres Ligas seguidas (de 1978 a 1980), dos Copas del Rey (1980 y 1982), una Copa de la UEFA (1985) y una Copa de la Liga (1985), tras la que sus compañeros le homenajearon sacándolo en hombros.

Schuster: ahora volverá como técnico

Mendoza aprovechó una pequeña crisis entre el Barça y Schuster para fichar al alemán tras ocho años de militancia en el conjunto culé. Jugó en el Madrid de 1988 a 1990 y consiguió cinco títulos de blanco: dos Ligas, una Copa de España y dos Supercopas. Precisamente, en su primera temporada como madridista ganó la Liga, la Copa y la Supercopa. Disputó 88 encuentros y consiguió 16 goles. Centrocampista con una precisión milimétrica, era un perfecto organizador en el centro del campo. Una de sus mayores cualidades fue el virtuosismo en el lanzamiento de faltas. Sin embargo, su carácter y su personalidad terminaron con su etapa blanca para ir al Atlético de Madrid. Ahora dirigirá a su compatriota Metzelder, en el que confía para la zaga.

Illgner: meta del gusto de Capello

Capello se salió con la suya. No le valió ni Buyo, demasiado bajo, ni Cañizares, sin mucha experiencia. Al límite de la inscripción de jugadores, en 1996, se fichó a Illgner, último madridista alemán hasta la llegada de Metzelder. Las dos primeras temporadas las solventó con buena nota. En la primera ganó la Liga y en la segunda la Copa de Europa y la Intercontinental. También ganó su segunda Champions (2000). Sin embargo, llegó la hora de la renovación de contrato y aparecieron los problemas. La irrupción de Casillas y una reiterada mala suerte en las lesiones acabaron con la carrera del alemán. Estuvo hasta 2001 en el Madrid, se llevó la Liga, pero en las últimas temporadas apenas jugó. Disputó 119 partidos de blanco.