La selección de Brasil se clasificó hoy a cuartos de final de la Copa América al derrotar a la de Ecuador 1-0, con un gol de penalti de su máxima estrella en Venezuela'07, el delantero Robinho, que en sintonía con sus compañeros hizo lo justo ante un equipo difícil.

Ecuador entró en el campo de juego con muy pocas posibilidades, tras el 0-0 del partido preliminar entre México, líder invicto del Grupo B, y Chile, clasificado como uno de los mejores terceros del torneo.

Los ecuatorianos se plantaron bien en defensa, cortando las alimentaciones a Robinho de sus compañeros centrocampistas y hasta defensas, y mejor en la mitad de la cancha. Desde ahí salieron remates ecuatorianos de todas las facturas hacia la portería de Doni, aunque solo una pudo abrir el marcador, a los 38 minutos y protagonizada por Borja, quien se sacó de encima a Doni en el área y remató casi sin ángulo a puerta.

Eso no le restó méritos ni peligrosidad a varias llegadas a la portería brasileña, las mejores frutos de tejidas entre Edison Méndez y Néicer Reasco, principalmente.

Los defensores del título de la Copa América lograda en Perú'05, a su vez pudieron abrir el marcador a través de Vagner Love y Julio Baptista, pero encontraron bien parado al portero Elizaga, quien se convirtió en el héroe de su equipo en la primera parte.

A veces con pases largos, otras con paredes con Vágner Love, con Gilberto, Julio Baptista, Dani Alves y algunos más, Robinho llegaba a la portería rival, pero sin fuerza, con mala puntería o sin anticipación, hasta que el público comenzó a abuchear a la "verdeamarela" y a alentar a los ecuatorianos, especialmente los mexicanos que se quedaron a celebrar la clasificación y el liderato.

Robinho incluso bajó hasta casi su área en busca de comenzar él mismo esas paredes que terminaron por morir sin pena ni gloria, una a una, hasta el fin de la primera mitad.

En la primera jugada de peligro de Brasil del segundo tiempo, una tejida entre Vágner Love, Julio Baptista y Robinho, permitió a éste ingresar en el área ecuatoriana donde cayó empujado por Giovanni Espinoza y el árbitro argentino Sergio Pezzota no dudó en señalar el penalti.

Como calcando la anotación que abrió su retahíla ante Chile, el pasado domingo (3-0), Robinho batió al portero con un tiro bajo y esquinado, a los 55 minutos.

Inmediatamente después del gol, el entrenador Carlos Dunga sacó a Gilberto y ordenó el ingreso de Kleber para ensayar nuevos frentes de ataque, y también para que ayudaran a cerrar las persistentes ofensivas ecuatorianas, objetivo por el que insistió poco después al retirar a Julio Baptista y colocar a Diego, quien no había cumplido un minuto en la cancha cuando fue amonestado por una violenta falta.

La desesperación de Dunga ante una nueva fase de llegadas burocráticas brasileñas ante la portería de Elizaga, y la continuidad ecuatoriana con un nuevo rosario de jugadas de conjunto y de alta profundidad, se expresó con un nuevo cambio a los 79 minutos: sacó a Dani Alves e hizo debutar a Alex Silva.

Ello no cambió mayor cosa el encuentro, que siguió con la misma tónica hasta el pitazo final. Brasil nunca perdió ante Ecuador en sus disputas en la Copa América y en sus últimos diez enfrentamientos previos al de hoy, la selección brasileña cosechó siete victorias contra dos de la ecuatoriana, más un empate sin goles.