El fichaje de Fernando Torres por el Liverpool de Rafa Benítez se ha convertido en el segundo más caro de la historia de un jugador español. El Niño, con sus 36 millones de euros, sólo es superado por la friolera de los 48 millones (8.000 de las antiguas pesetas) que el Lazio pagó por Gaizka Mendieta al Valencia en la temporada 2001-2002.

No obstante, hay que recordar que en esa época los equipos pagaban auténticas barbaridades por llevarse a sus filas a las estrellas del momento. Esta dinámica se ha aplacado en los últimos años, con las excepciones de las incorporaciones galácticas de cada temporada de Florentino Pérez. Así, los 27 millones que soltó el Madrid por Sergio Ramos en la campaña 2005-2006 suponen la cantidad más cercana al traspaso de Torres y completan el podio de los futbolistas nacionales más costosos. Los andaluces Reyes y Joaquín, con sus pases al Arsenal y Valencia, respectivamente, igualan en un desembolso de 25 millones de euros. Gerard es el último jugador que supera la barrera de los 20 kilos, cuando se marchó del Valencia al Barcelona en el 2000.

El Atlético tiene otro caso en este top ten: la venta de José Mari al Milán por 19 millones. Ahora, el asunto distinto. Se ha ido el buque insignia del club rojiblanco, aunque Torres ha dejado las arcas de la entidad repletas de billetes.