La selección argentina se aseguró el pase a los cuartos de final de la Copa América tras sumar su segunda victoria en el torneo, mientras que Colombia, con dos derrotas, queda virtualmente apeada del torneo a falta de la tercera jornada de la fase de grupos.

De entrada, el seleccionador colombiano, Jorge Luis Pinto, sólo hizo dos cambios en el once en relación al que fue humillado el pasado jueves por Paraguay con un 5-0, con la entrada del defensa del Atlético de Madrid Luis Amaranto Perea por Mario Yepes y la del centrocampista Jorge Banguero por Álvaro Domínguez.

Con eso el técnico colombiano quiso dar algo más de consistencia a su juego de contención a costa de perder mordiente atacante, por lo que Argentina tomó el mando del balón y de la iniciativa, hasta el punto de que a los siete minutos con córner botado por Lionel Messi fue cabeceado por Hernán Crespo y el balón se estrelló en el larguero y después rebotó muy cerca de la raya de gol.

El tanto no subió por poco, todo lo contrario que en la portería que defendió Roberto Abbondanzieri, quien vio como en la primera aproximación de sus rivales Edixon Perea desvió el balón al fondo de la meta.

La historia se repitió, fue calcada a la del primer partido ante Estados Unidos hasta en el minuto, por lo que Argentina tuvo que luchar con el marcador desfavorable desde muy pronto. En aquel partido fue Crespo el que no tardó en empatar y ahora otra vez el delantero del Inter de Milán, esta vez por un penalti de Hugo Rodallega a Messi.

La diferencia estuvo en que en esta ocasión Crespo salió lesionado en su lanzamiento de penalti y fue sustituido por Diego Milito, algo que no acusó una selección con tantos recursos y tantas variantes.

Si ante los norteamericanos la primera parte se atragantó, en este choque Messi se mostró desde el inicio y eso unió a que otro de los que juega es Riquelme, por lo que lo lógico era que pronto el marcador diese la vuelta.

El barcelonista inició una jugada y el reciente campeón de la Copa Libertadores con el Boca Juniors la culminó de cabeza poco después de que se rebasara la media hora de juego.

La sensación de suficiencia fue total cuando otra vez a Messi no hubo más remedio que hacerle falta al borde del área para pararlo y Riquelme, con aparente facilidad, botó un libre directo al que no pudo responder el meta Miguel Calero. 3-1 y al descanso.

En la segunda parte no se atisbó ni por un momento una posible reacción colombiana, porque Argentina dominó la situación a su antojo, con precisas y rápidas combinaciones de balón que aburrieron a sus rivales.

Dio la sensación de que los del técnico Alfio Basile jugaban a medio gas y que con sólo pisar algo el acelerador les podían endosar una goleada de escándalo a los colombianos, pero hizo mucho calor en la noche de Maracaibo y tampoco era cuestión de desgastar más fuerzas de las necesarias en este segundo partido de la albiceleste.

Esa aparente relajación y suficiencia argentina le costó enturbiar su juego a falta de poco mas de un cuarto de hora para que se llegara al tiempo reglamentario, cuando el recién ingresado Jaime Castrillón puso el ajustado 3-2.

Incluso el equipo de Pinto se animó con el gol y, empujado por sus numerosos seguidores desde las gradas, se las hizo pasar muy mal a los argentinos, a los que no le empataron el partido de milagro, aunque el gol de Diego Milito en la prolongación pueda decir otra cosa.